Como parte del cumplimiento de las bases del Protocolo de Montreal, el Gobierno Nacional mantiene diversos planes de control y regulación sobre la producción, importación, exportación y consumo de las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO).
La eliminación en un 100% de los niveles de producción y consumo de los clorofluorocarburos (CFCs) es parte de los logros obtenidos por la implementación del Plan Nacional de Eliminación del Consumo de esta sustancia, el cual estuvo dirigido a la adecuación tecnológica y al buen manejo instrumental de herramientas y equipos de recuperación de gases refrigerantes.
A través este proyecto, también fueron capacitados aproximadamente 6.000 de técnicos en refrigeración, que están certificados como técnicos que aplican las buenas prácticas en este ámbito.
De igual forma, se han fortalecido laboratorios de formación educativa y se ha logrado reconvertir pequeñas y medianas empresas.
También el Gobierno Nacional instrumentó el Decreto 4.335, emanado del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), el cual regula las exportaciones e importaciones de las sustancias agotadoras de la capa de ozono, facilitando a su vez el acceso a sustancias alternativas.
Para continuar con estas iniciativas, el Estado venezolano implementará a partir del 2011 el Plan Nacional de Eliminación de los Hidroclorofluorocarbonos (HCFCs), el cual permitirá en una primera etapa disminuir en 10% los niveles de producción y consumo de esa sustancia, el cual se estima cumplirlo para el 2013.
Los HCFCs permitió, en su momento, la retirada progresiva de los Clorofluorocarbonos (CFCs) de las industrias de refrigeración y de los propelentes de los aerosoles, los cuales ocasionaban grandes afectaciones a la Capa de Ozono.
Para la eliminación de los HCFCs se utilizarán sustancias alternativas que permitan el congelamiento definitivo de su consumo y producción, para ello se dispuso un plazo del 2020 para los países desarrollados y 2030 para las naciones en vías de desarrollo.
El reemplazo del HCFC garantizará a largo y mediano plazo la conservación y preservación de la capa de ozono; además, contribuirá al no aceleramiento del calentamiento global.
La importancia de la preservación de la capa de ozono radica en que sin su acción de protección de los rayos del sol aumentarían los casos de cáncer de piel y de cataratas oculares, además de suprimirse el sistema inmune de humanos y otras especies. También afecta a los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta. (AVN, 25.11.10)