William Dumont/El Nacional

La vida en Nueva Tacagua se ha deteriorado de forma acelerada en los últimos meses.

Por una parte, las lluvias debilitaron los inestables terrenos de la zona. Por otra, el suministro de agua potable ha fallado desde hace tres meses por un derrumbe que afectó la tubería principal.

El viernes pasado se derrumbó la Terraza KK, en el sector C, lo que motivó que la Policía Nacional y la Guardia Nacional desalojaran la zona desde el sábado y continuarán mañana.

Hasta ayer al mediodía habían desalojado 161 personas de 20 familias a través de un puente aéreo para lo cual fueron utilizadas 6 aeronaves. Los traslados se suspendieron debido a las desfavorables condiciones climáticas, informó AVN. El objetivo es sacar a 360 familias.

Luego de recoger a las familias en Nueva Tacagua, las aeronaves se dirigían a Ojo de Agua. Posteriormente, trasladaban a los damnificados, por vía terrestre, al Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo, ubicado en los Altos Mirandinos, donde se fijó su albergue.

Los problemas de derrumbes se presentan desde el comienzo de la vía principal, por eso vecinos colaboran con palas para despejar el terreno.

Esto también ha influido en la disminución del transporte público. «El sábado me tuve que venir a pie desde Catia porque pasa poco transporte debido a los derrumbes», expresó Mirta Hernández, vecina de la Terraza A.

Un helicóptero de la PN aterrizó ayer cerca de las 2:00 pm junto al bloque 15 de la Terraza F para suministrar agua potable, un bien muy preciado por las 37 familias que habitan en el lugar, cerca de 90 personas, las cuales serán desalojadas cuando terminen de sacar a los residentes de las áreas más intrincadas.

«Hace tres meses que no tenemos agua potable y por eso nos bañamos, limpiamos la casa y hasta cocinamos con el agua de lluvia que recogemos en pipotes», dijo Margarita Gómez.

«Tengo dos hijos y ha sido difícil que ellos puedan asistir a las clases, porque el terreno no lo permite», expresó Jerry Beroes, que ha vivido por 32 años en la zona.

Gómez explicó que la mayoría de los vecinos se han ido con los planes de reubicación que comenzaron desde 2006: «Algunos se han ido a los Valles del Tuy o Los Teques. Ahora faltamos nosotros».

«No nos olviden». Los organismos de seguridad y rescate se han concentrado en el área conocida como Zona C de Nueva Tacagua debido a que es el punto más crítico. No obstante, los vecinos de la Zona A piden que se les asista porque también están en riesgo.

Como las olas del mar describen los residentes el sonido que hacía la lluvia el sábado en la tarde, cuando arrastró terreno del cerro aledaño.

«Nosotros entendemos que nuestros vecinos de la Zona C están en una emergencia, pero queremos que las autoridades nos tiendan una mano cuando terminen de ayudarlos a ellos», fue la súplica de Zulay Varela.

En la comunidad lamentan la poca atención que han recibido. Gloria Suárez, vocera del Comité de Tierras Urbanas, dio ejemplos de esa situación: «Con las lluvias de septiembre pasado llamamos a cuanto número 0800 de ayuda encontramos, pero en lo que decíamos que éramos de Nueva Tacagua nos colgaban».

Esta comunidad fue golpeada por las fuertes lluvias de 1999. En aquella oportunidad dos peñascos de un cerro cercano se precipitaron hacia la zona. Desde entonces han dejado al descubierto otro grupo de rocas que pudieran ser arrastradas por las lluvias actuales.

Simón González. El Nacional

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