«La oposición venezolana está preocupada e impotente, porque el Gobierno Bolivariano, en ejercicio pleno de sus facultades y con estricto apego a la Constitución Nacional, ha abierto nuevos caminos para que el pueblo pueda ejercer el deber de defender la patria», informa la agencia estatal de noticias AVN.

Así ocurre por la entrada en vigencia del nuevo Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de reforma a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cuyo artículo 66 define la categoría de Milicia Bolivariana.

«Pertenecen a la categoría de milicia quienes sin ejercer la profesión militar manifiesten voluntariamente su deseo de ingresar a la Milicia Bolivariana y al ser movilizadas cumplan funciones inherentes a la seguridad y defensa integral de la nación como militares en condición de oficiales de milicia, sargentos de milicia y milicianos, conforme a las disposiciones previstas en el reglamento respectivo», indica el artículo referido.

Esto molesta a sectores opositores que incluso ignoran el origen de las milicias, las cuales fueron instrumento protagónico durante las revoluciones burguesas del siglo XIX.

La burguesía desconfía del pueblo y verlo hoy armado ejerciendo su deber de defender la patria es motivo de honda preocupación.

Origen

La milicia, de acuerdo con la enciclopedia libre Wikipedia, «es una organización de ciudadanos armados, distinta del Ejército o los cuerpos de policía y similar a las que con los nombres de guardia nacional, milicia urbana o guardia cívica tuvieron protagonismo en las grandes revoluciones liberales europeas y americanas».

En todas las revoluciones liberal-burguesas del siglo XIX se activaron las milicias y en muchos casos encarnaban la virtud cívica, siendo llamadas también milicias burguesas.

El prócer estadounidense, Thomas Jefferson, les atribuía un rol contralor, porque decía que un ejército profesional en manos del gobierno era un instrumento seguro de tiranía, mientras que si las milicias se rebelaban de vez en cuando obligaban a los gobernantes a tener en cuenta al pueblo.

De hecho, la Guardia Nacional que hoy existe en Estados Unidos tiene su origen en las milicias del siglo XIX.

Hoy, este cuerpo de filiación voluntaria cuenta, entre tropas activas y reservas, con casi 500 mil efectivos, diseminados en todo el territorio estadounidense.

Es una fuerza estatal y por eso cada gobernador es el comandante de la Guardia Nacional en su jurisdicción.

Así pues, las milicias bolivarianas no son un diabólico invento del presidente venezolano, Hugo Chávez, sino, como en muchos otros países, una herramienta constitucional abierta al pueblo venezolano para que pueda ejercer su deber de defender la patria y su integridad.

La reforma a la Lofanb

Llama la atención que de los 48 artículos que se modificaron en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Lofanb) con este decreto la derecha centre su atención únicamente en el 66.

La razón es que la norma reivindica al pueblo organizado y con armas para defender a la Patria que es defender el proceso liberador que se viene desarrollando en Venezuela.

Haciendo gala de un profundo desconocimiento de la historia y también de menosprecio por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los voceros y «expertos» opositores sostienen que con las milicias el Gobierno pretende crear un «ejército paralelo» para defender a Chávez, a quien le endosan la misma suerte que ha corrido el líder libio, Muammar al Gaddafi.

Sostienen que la milicia es inconstitucional y que contraviene los artículos 328 y 330 de la Carta Magna que definen condiciones, tareas y funciones de la Fuerza Armada venezolana.

De esta forma, eluden, deliberadamente, el artículo 322 constitucional, el cual establece que la defensa de la patria es una responsabilidad de los venezolanos sean militares o no, y el 326, referido a los principios de seguridad de la nación y que define el de corresponsabilidad, que debe ejercerse en todos los ámbitos económico, social, político, cultural y, por supuesto, en el militar.

Pero, además, omiten de manera íntegra el capítulo quinto del Título I (Disposiciones generales) que consta de nueve artículos: 43 al 51, ambos incluidos, referidos a las condiciones y características de la Milicia Bolivariana.

De manera que los «expertos» opositores, en su plan de engañar al pueblo, utilizan artículos de la propia Constitución para sostener sus torcidas argumentaciones, pero se cuidan bien de ocultar otros para no quedar al descubierto.

Quieren hacer un sacrilegio de lo que es un deber del pueblo y de todo venezolano: defender la patria.

Milicia Bolivariana

Pero veamos cuál es el estatus real de la Milicia Bolivariana de acuerdo con el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de reforma a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que la define.

Lo primero que hay que decir es que la Milicia Bolivariana no es un componente más de la Fuerza Armada de Venezuela.

Los cuatro componentes militares son el Ejército, la Aviación o Fuerza Aérea, la Armada y la Guardia Nacional.

La Milicia Bolivariana, de acuerdo con el artículo 43 del recién creado decreto, «…es un cuerpo especial organizado por el Estado, integrado por la Milicia Territorial y Cuerpos Combatientes, destinada a complementar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la defensa integral de la nación para contribuir a garantizar su independencia y soberanía»

Agrega el mismo artículo: «La Milicia Bolivariana tiene como misión entrenar, preparar y organizar al pueblo para la defensa integral, con el fin de complementar el nivel de apresto operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contribuir al mantenimiento del orden interno, seguridad, defensa y desarrollo integral de la nación, con el propósito de coadyuvar a la independencia, soberanía e integridad del espacio geográfico de la nación.

Este artículo establece que la Milicia Bolivariana depende directamente del presidente o presidenta de la República en su aspecto operacional y del Ministerio del Poder Popular para la Defensa en su aspecto administrativo.

Los aspectos inherentes a la organización, funcionamiento y demás asuntos administrativos y operacionales serán determinados por el reglamento respectivo, concluye el artículo 43.

«La Milicia Bolivariana está organizada por un Comando General, un Segundo Comando y Jefatura del Estado Mayor, agrupamientos, unidades de milicia territorial, cuerpos de combatientes y los órganos operativos y administrativos funcionales necesarios para coadyuvar en la ejecución de acciones de seguridad, defensa y desarrollo integral de la Nación», dice el artículo 45 del mismo decreto.

Composición

La Milicia Bolivariana está compuesta por dos tipos de agrupaciones: la milicia territorial y por los cuerpos de combatientes.

La primera, según el artículo 51 de la norma, «…está constituida por los ciudadanos y ciudadanas que voluntariamente se organicen para cumplir funciones de defensa integral de la nación, en concordancia con el principio de corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil, y deberán estar registrados por la Comandancia General de la Milicia Bolivariana, quedando bajo su mando y conducción».

Agrega: «Los cuerpos de combatientes son unidades conformadas por ciudadanos y ciudadanas que laboran en instituciones públicas y privadas, que de manera voluntaria son registrados, organizados y adiestrados por el Comando General de la Milicia Bolivariana , con el fin de coadyuvar con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la defensa integral de la nación, asegurando la integridad y operatividad de las instituciones a las que pertenecen». (Agencia Venezolana de Noticias, 30.03.11)

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