El pasado 08 de agosto la organización indígena Kuyujuani de la Cuenca del Caura dirigió varias comunicaciones a los distintos poderes públicos para llamar la atención sobre la problemática de salud y ambiental que atraviesan.
Dicha organización indígena está integrada por el pueblo Yekwana y Sanema asentados en la Región Río Caura. Denuncian que a más de dos años de haber impulsado el gobierno nacional el denominado Plan Caura se mantiene una actividad minera intensa que pone en peligro la vida de las comunidades que viven en la Región.
Las dos comunidades hicieron llegar al Presidente de la República, a varios ministros y a la Asamblea Nacional los resultados de una investigación reciente sobre los efectos del mercurio en el ambiente y la salud de las poblaciones aledañas al Río Caura.
La investigación fue realizada por la Fundación Lasalle de Ciencias Naturales, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre y la Universidad de Oriente a pedido de la población indígena.
La investigación indica que en la actualidad el mercurio usado en las actividades mineras viene produciendo graves consecuencias ambientales y que existe mucha posibilidad que los niveles se incrementen generando riesgos a la salud pública.
La organización Kuyujuani denuncia que en el último año se incrementó de manera considerable el uso del metil-mercurio. Expresan no comprender como la Fuerza Armada y otros organismos de seguridad no son capaces de controlar el ingreso de ese producto y otros que llegan a las zonas más lejanas del Caura.
Esa falta de control también se manifiesta en la cantidad de personas provenientes de Brasil, Colombia y Guyana que realizan actividad minera ilegal.
Aspiramos junto a estas comunidades que el gobierno nacional y otros funcionarios ubicados en niveles importantes de decisión que conocen la investigación tomen en cuenta el conjunto de recomendaciones que se realizan.
Recomendaciones que no persiguen otro fin que garantizar el derecho a la salud y el derecho a disfrutar de un ambiente sano a un número importante de venezolanos y venezolanas. Se trata igualmente de tomar medidas de corto, mediano y largo plazo que permitan conservar en la Región el ambiente al servicio de toda la población.
Consideramos muy importante que se investigue la actuación de la Fuerza Armada pues se presume mucha complicidad con quienes realizan la explotación irracional minera.
En su momento el Plan Caura cifró muchas esperanzas pero como muy bien fue advertido por varios voceros indígenas si no había voluntad política en la Fuerza Armada para enfrentar a lo interno los actos de corrupción y sancionar a quienes eran cómplices de la minería ilegal, el Plan estaba destinado al fracaso.
Esa parece ser la actual situación. Mucho Plan pocos resultados y el problema principal continúa: la contaminación y afectación de la población indígena.