Venezuela requiere de medidas estructurales, incluyendo la superación del modelo petrolero, rentístico y depredador. Pretender aumentar la producción petrolera a seis (6) millones de barriles significa salirse de la OPEP, como lo ha expresado Gustavo Coronel, con las consecuencias desastrosas para la economía del país, según mi punto de vista.

Tomar una decisión como esa, ya anunciada por los dos principales candidatos presidenciales, es contrario a los intereses nacionales tal como lo advertí el 14/10/2011 en el diario El Nacional, ello se traduciría en un aumento de la producción por países como Arabia Saudita, con beneficios para las transnacionales y quizás algunos negocios particulares, pero bajo ningún concepto significaría salvar al país. Los precios petroleros caerían estrepitosamente. El cambio climático se aceleraría ante el incremento de los combustibles fósiles.

Dejar el ambiente para después ha sido la tesis de siempre, por ejemplo, vamos a contaminar el Río Orinoco, reservorio de agua dulce, con la explotación intensiva de la faja petrolífera para después pretender salvarlo

¿EL AMBIENTE PARA DESPUÉS?
Dejar el ambiente para después ha sido la tesis de siempre, por ejemplo, vamos a contaminar el Río Orinoco, reservorio de agua dulce, con la explotación intensiva de la faja petrolífera para después pretender salvarlo, parece un contrasentido, no podemos repetir la historia del Lago de Maracaibo con casi un siglo de contaminación y degradación ambiental.

LA INDIGESTIÓN PETROLERA
A Venezuela no le ha resultado negativo tener un barril de petróleo a mas de cien dólares ($ 100), el problema es su despilfarro, la mala administración, la no inversión en energías renovables y proyectos sustentables, La dependencia del petróleo se ha transmutado no solo en la economía, sino también en la mentalidad, en la indigestión petrolera como lo decía Pérez Alfonso, Co-fundador de la OPEP.

Particularmente me llama la atención los que defienden y propician continuar con el proyecto petrolero, son los que no producen, moldeados en la renta que genera. Las elites políticas y económicas se disputan el control de esa renta, sin importarle el cambio climático, El Orinoco, El Lago de Maracaibo, Los Llanos, El Delta, El Guarapiche, etc. Estamos en una crisis que va mas allá de lo económico, es también ética y ecológica, una crisis de ideas y propuestas que afecta incluso a muchos sectores que se asumen como lo nuevo, imbuidos en un lamentable pragmatismo.

TERRITORIO CAPAZ
Estoy de acuerdo en una restructuración no solo de PDVSA, la CVG, Corpozulia, la educación en general; se requiere de una reforma del estado parasito, construido y sostenido con la renta del petróleo.

Sectores ricos, medios y pobres, todos alimentan sus ilusiones con la riqueza que no producen .Ahora el nuevo dorado es la Faja del Orinoco, enarbolado como bandera desde el Presidente de la Republica, hasta los dirigentes de la oposición. Poco importa el ambiente, su diversidad biológica, el patrimonio cultural, ni las nuevas generaciones ni el planeta.

Ya lo advertía el escritor, Ex ministro y Senador Arturo Uslar Pietri, en un discurso de gran actualidad pronunciado en el Congreso Nacional de 1959... «porque el que en Venezuela pueda haber una República o no haberla, el que en Venezuela pueda haber progreso económico, cultural o social o no haberlo, depende, en primer grado, de que haya un territorio capaz de sustentar a un numero de habitantes, y si esa base desaparece todo lo demás, consecuencialmente, desaparece con ella…»

EL MISMO DISCURSO
Recientemente, el día 22 de Septiembre de 2012, el gobernador del estado Miranda y candidato de la oposición Henrique Capriles, cuando visitaba La Reserva Forestal La Paragua, estado Bolívar de Venezuela, acompañado de el candidato a la gobernación Andrés Velázquez, anunció que de ganar las elecciones desarrollaría un plan minero en esa zona extremadamente frágil desde el punto de vista ambiental, decretada como área protegida desde 1968.

Esta reserva es vital, al igual que la Cuenca del Río Caroní, para surtir de electricidad al 71% del territorio nacional. Promover la minería en La Paragua, Imataca, El Caura, La Sierra de Perijá y otras áreas bajo régimen de administración especial significa un desastre ecológico que el país no puede permitir en nombre de un populismo minero que viola los derechos ambientales constitucionales.

La misma posición ha asumido el Presidente de la República y candidato del gobierno Hugo Chávez al propiciar y anunciar el llamado «Arco Minero» de graves consecuencias ambientales y socioculturales para el sur de País, incluyendo a los pueblos indígenas, campesinos y locales, además de reforzar e incrementar la monoproducción, el rentismo y la destrucción de Venezuela y el Planeta.

S.O.S
En 1985 Gorbachov escribió, «…mañana podría ser demasiado tarde, y pasado mañana quizás nunca llegue». «No habrá una segunda Arca de Noe». SOS por La Paragua, El Amazonas y el Alto Orinoco, El Caura, La Sierra de Perijá, La Cuenca del Caroní, Los Llanos, El Delta del Orinoco, El Lago de Maracaibo, El Lago de Valencia. SOS por Venezuela y el Planeta.

*Alexander Luzardo Nava. Doctor en Derecho Político. Summa Cum Laude, Facultad de Derecho UNED. Madrid. Autor de las Disposiciones Ambientales de la Constitución de 1999. Ex presidente de la Comisión de Ambiente del Senado de Venezuela. Profesor Titular de la Universidad Central de Venezuela. (Tal Cual, 02.10.12)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *