Los altos ingresos que recibe Venezuela por la venta petrolera no garantiza una educación de calidad y de alto nivel. Desde hace ocho años, docentes universitarios perciben como sus salarios disminuyen progresivamente, convirtiéndose en los peor pagados del mundo.
Un estudio comparativo publicado por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), reveló que Venezuela es el país que peor remunera su personal educativo universitario, respecto a otros 12 países de los cinco continentes.
Canadá, ubicado en la punta, paga a sus docentes 9.485 dólares mensuales, seguido de Sudáfrica que cancela 9.330 dólares al mes. En Inglaterra el salario es de 8.524 dólares, mientras que Malasia, país petrolero ubicado al sureste de Asia, se le paga al profesor universitario 7.864 dólares por mes. En América del Sur, Argentina cancela 3.755 y Brasil 3.179 dólares. En Venezuela un docente universitario recibe 423 dólares al mes.
El deterioro salarial ha sido paulatino desde el 2004, cuando el Gobierno Nacional incumplió las normas de homologación del gremio, diseñadas para proteger el salario de la inflación y futuras devaluaciones.
Jessy Divo de Romero, rectora de la UC, reveló que durante 2012 la fuga de talento de la casa de estudio se ha incrementado de manera exorbitante. Al año se registran 50 renuncias de profesores. “Nuestras exigencias son altas y los sacrificios del trabajador no son proporcionales al salario”.
Registros de las asociaciones de profesores en 1996 revelan que un docente ganaba 11.8 salarios mínimos, hoy recibe 1.6 salarios mínimos. En 2000 un profesor titular percibía mil 140 bolívares mensuales, hoy el mismo profesor con 30 años de servicio recibe siete mil 232 bolívares, cuando debería ganar 13 mil 085 bolívares. El deterioro es de 180 por ciento. El caso de los docentes instructores es más compleja: recibe 3 mil bolívares al mes, cuando debería ganar seis mil 408 bolívares.
El amor por la educación es, a juicio de Jesús Villarreal, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (APUC), lo único que mantiene a los docentes en las aulas de las universidades del país. “Somos subpagados, cuando las nuevas generaciones desean entrar al mercado laboral y ven que el ingreso no es suficiente se ve la migración”.
El déficit salarial incide en el deterioro de la academia. El docente está insatisfecho por que no tiene sus necesidades cubiertas. Divo y Villarreal han denunciado que el personal de las casas de estudiod se mantiene en las escalas salariales más bajas en la administración pública del país.
Al dibujar el panorama futuro, Villarreal avizoró el cierre técnico de las casas de estudios del país, que se convertirán en instituciones pagadoras de sueldos.
El deterioro progresivo de los sueldos, de la calidad de vida, el retraso en la discusión de las normas de homologación, la devaluación anunciada por el Gobierno Nacional y la falta de respuestas concretas por parte del Ejecutivo Nacional para resolver el déficit, se convirtieron en descontento, que se evidencia en las paralizaciones y marchas convocadas en los últimos días por los gremios de las universidades del país. (Leimar García Luzardo, El Carabobeño, 11.03.13)