El domingo 14 de abril realizamos un operativo especial con motivo de las elecciones nacionales para recibir cualquier denuncia sobre irregularidades en el marco de la jornada electoral. Los hechos desencadenados hicieron que nuestra jornada extraordinaria se extendiera por unos días más. Hicimos turnos especiales para poder recibir y asesorar denuncias, independientemente del signo político de sus denunciantes.
El 15 de abril comenzamos a recibir llamadas sobre hechos violentos en diferentes partes del país, contra partidarios del oficialismo y de la oposición. Uno de las situaciones más preocupantes fue la presunta quema de Centros de Diagnósticos Integrales. Aquel huracán nos sobrepasó. Urgía reunirse con otras organizaciones para concertar acciones en medio de la crisis. Nuestras primeras declaraciones públicas rechazaron enérgicamente cualquier acto de violencia. Asimismo pedíamos a la ciudadanía ejercer la manifestación de manera pacífica y, a las autoridades, garantías para ejercer este derecho. Además, solicitábamos al Consejo Nacional Electoral activar los mecanismos para despejar cualquier duda razonable acerca del resultado de los comicios, tal como lo había expresado el presidente Maduro la noche del 14.
No fue hasta el 16 de abril que pudimos corroborar las denuncias sobre vandalismo en los CDIs. Nuestra metodología se orientó en tres direcciones. La primera fue recopilar y filtrar toda la información sobre el tema publicada en los medios estatales, digitales e impresos. La segunda consistió en un trabajo colaborativo junto a diferentes amigos de Provea, los cuales se tomaron la tarea de ir personalmente al sitio de los sucesos, tomar fotos, y verificar el estado de los centros de salud. La tercera fue recopilar y filtrar las noticias aparecidas en los medios no estatales. Nuestro interés por documentar lo mejor posible los hechos de violencia contra centros sanitarios dio paso al asombro, cuando comenzamos a constatar que si bien los CDI´s y sus trabajadores habían sido víctimas de ataques y agresiones diversas, que debían ser rechazadas tajante y enérgicamente, ningún centro asistencial del país mostraba signos de haber sido quemados o vandalizados en la intensidad sugerida en la denuncia difundida tanto por medios oficiales como por alguno de los altos voceros del Ejecutivo. Esta notoria ausencia en los medios estatales, especialmente en las versiones impresas de Correo del Orinoco y Ciudad CCS, fue corroborada por las fotografías recibidas de los diferentes infoactivistas. Debido al carácter noticioso del hecho, periodistas de medios regionales fueron a las sedes de la Misión Barrio Adentro llegando a las mismas conclusiones que Provea: Ningún CDI del país, entre el 15 y el 18 de abril del 2013, había sido incendiado o vandalizado gravemente.
Sobre esta situación el comportamiento de los portales digitales estatales fue, simplemente, irresponsable. En medio de una situación de conmoción nacional y de enfrentamiento físico por razones políticas, los sitios webs de la Agencia Venezolana de Noticias y Correo del Orinoco amplificaban declaraciones de funcionarios que aseguraban que tal o cual CDI había sido incendiado. Tomando esta información no corroborada como base, las redes sociales tergiversaron aún más los hechos, desde cuentas de funcionarios medios y altos del Ejecutivo, dándole combustible a decenas de rumores.
El 18 de abril Provea publica una nota en su sitio web para dar cuenta que al no existir ningún indicio de incendios de CDIs, esta aseveración era falsa, rechazando explícitamente los otros hechos violentos registrados en las inmediaciones de los centros de salud. A ello le añadimos, como complemente, un trabajo del periodista Rodolfo Rico, amigo de la casa, para la red social Storify. Saliendo de la oficina, casi a las 6 de la tarde, enviamos un “tuit” para difundir el último “post” del día en nuestro sitio web. Aquella nota generó una revolución en las redes sociales.
El ministro de información y comunicación, Ernesto Villegas nos contacta telefónicamente el 19 en la mañana. Como no posee información sobre CDIs quemados, y sí sobre otras agresiones, Provea publica una segunda nota donde informa su disposición a ampliar los datos difundidos. Contrariando lo que pensábamos era una actitud cordial, en horas de la tarde públicamente, a través de su cuenta tuiter, instiga el odio calificando a Provea como “retaguardia del fascismo”, y cómplice de las agresiones. Seguidamente el aparato del Estado comienza una sistemática campaña de desprestigio contra nosotros, solamente por el hecho de haber contrariado la versión oficial de los hechos.
En 24 años Provea ha recibido similares ataques de voceros del alto gobierno, pero ninguno nos había adjetivado de “fascista”, una categoría política que avala cualquier acto de exterminio simbólico y físico contra nuestros trabajadores, en momentos de alta crispación nacional. Provea, públicamente, ha responsabilizado a Ernesto Villegas Poljak de cualquier violación a la integridad y vida de los trabajadores de nuestra organización y sus familiares. Tenga la seguridad el señor ministro que, en caso de que alguno suceda como consecuencia de sus descalificativos, activaremos todos los mecanismos legales a nuestro alcance.
(*) Coordinador del Programa de Investigación de Provea
www.derechos.org.ve
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@fanzinero