rafael uzcategui

Este 15 de octubre el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), celebra 25 años desde que, como sugerencia de organizaciones religiosas de base, se fundó como organización de derechos humanos en tiempos en que el tema y sus implicaciones eran desconocidos tanto para los funcionarios como para la población en general.

Desde un pequeño cuarto al este de Caracas, habilitado como oficina improvisada, los fundadores de Provea asumieron la denuncia y acompañamiento de la “Masacre de El Amparo”, se realizaron en máquina de escribir los primeros boletines y se aprendió, pateando calle, a documentar los abusos y violaciones a derechos humanos en el marco de la suspensión de garantías ocurrida tras “El Caracazo”.

Desde ese momento germinó una vocación que hasta el día de hoy acompaña la cultura institucional generada por Provea: Estar siempre del lado de las víctimas, enfrentando a sus victimarios.

Independientemente del signo de los gobernantes, de hoy y mañana, Provea seguirá levantando la voz ante las injusticias para señalar las violaciones a los derechos humanos

Campesinos, dirigentes sindicales, habitantes de urbanizaciones y barrios afectados por problemas de servicios públicos o sin vivienda, niños, niñas y adolescentes vulnerados en su derecho a la salud o al estudio, refugiados, asilados políticos, jueces, militares, policías tanto de organismos nacionales como regionales, mujeres organizadas en la defensa de sus derechos, estudiantes y profesores universitarios , familiares de personas ejecutadas por la policía o militares, personas torturadas, familiares de personas privadas de libertad han recibido la asesoría y acompañamiento de Provea.

Gracias a acciones de exigibilidad de derechos realizadas junto a las víctimas, hemos logrado que en algunos casos se haga justicia llegando a la sanción de los responsables y en otros, el restablecimiento de derechos violados.

El accionar de Provea ha apuntado a que sean las propias víctimas, o potenciales afectados, protagonistas de su proceso de exigencia de derechos.

Promocionando la acción colectiva y asociativa para dejar de ser re-victimizados sino sujetos promotores de ciudadanía y organización popular.

Provea considera que no es posible la vigilancia y protección efectiva de los derechos si no hay organización social autónoma de base. De allí la frase que hemos repetido en diferentes escenarios: “Derecho que no se defiende es derecho que se pierde”.

En década y media de andadura el trabajo de protección de la dignidad humana no ha sido sencillo. En aquellos años iniciales los propios medios de comunicación eran refractarios al mensaje de derechos humanos, amplificando aquella acusación sobre “defensores de delincuentes” cuando ONG´s como Provea denunciaban los excesos policiales en los operativos realizados en zonas populares.

Aunque hoy el tema de derechos humanos, afortunadamente, es de dominio público y “políticamente correcto”, las acusaciones contra los defensores y defensoras no se han detenido, sugiriendo diferentes altos funcionarios que el trabajo de Provea responde a un supuesto plan conspirativo y desestabilizador.

Los tiempos que corren para la defensa de los derechos humanos son tan complejos como estimulantes. A pesar de los obstáculos e intento de intimidación, Provea ha basado su norte en la defensa de unos valores insobornables, que son los de derechos humanos.

Sin importar la condición social, color, credo, ideología o religión de la víctima, organizaciones como Provea se colocarán incondicionalmente de su lado para acompañarlas y fortalecerlas.

La defensa de los derechos humanos no es un atajo a espacios de poder político. Tampoco un discurso “de oposición” cuando gobierna un sector diferente al de nuestras afinidades personales.

Formados en diferentes profesiones, hay todo un universo de roles en donde los hoy activistas pudieran encontrar holgura y tranquilidad económica.

Sin embargo una extraña vocación anidada en el pecho susurra que nuestro lugar en el mundo se encuentra apoyando a los necesitados de toda índole y a los huérfanos de la justicia.

A pesar de las políticas públicas que han aumentado la inclusión social en los últimos años, el sectarismo gubernamental y la visión militarista de la política continúan agrandando la brecha de la exclusión política en el país.

La crisis económica agrega un explosivo ingrediente adicional, profundizada por la improvisación y la ineficacia en la gestión de políticas públicas.

A pesar que la tranquilidad del país sugiere la apertura de los mayores espacios de encuentro posible, el Ejecutivo Nacional apuesta a intensificar la polarización y el enfrentamiento.

Desde Provea seguiremos apostando al dialogo y al entendimiento. Continuaremos trabajando para lograr una mejor Venezuela donde haya cada vez menos violaciones a los derechos humanos, menos impunidad, mayor calidad de vida, justicia social, libertad, participación protagónica y autónoma del pueblo y una democracia sólida.

Hoy como ayer las amenazas ni nos infundaron temor ni nos escandalizaron hasta el silencio. Independientemente del signo de los gobernantes, de hoy y mañana, Provea seguirá levantando la voz ante las injusticias para señalar las violaciones a los derechos humanos.

A todos ustedes gracias por sus palabras de aliento, su comprensión y solidaridad durante todo este tiempo.

(*) Coordinador de Investigación de Provea

www.derechos.org.ve

investigació[email protected]

@fanzinero

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