Los parientes de la costurera Marvinia Alejandra Jiménez Márquez, a quien la Guardia Nacional propinó una brutal paliza el pasado lunes al sur de Valencia, temen que la hayan rematado a golpes, esta vez en privado, una vez que la detuvieron y por ello la mantienen incomunicada.
Testigos de la vapuleada dijeron que la mujer de 35 años se armó de valor y decidió aproximarse al piquete militar para pedir paz y fin de la brutal represión, pero recibió una tundra de golpes cuyas fotografías le dieron la vuelta al mundo. Sus familiares confirmaron que Marvinia es madre de un niño de siete años. Es diseñadora gráfica y en su hogar ubicado en el sector VI de la urbanización La Isabelica tiene un taller de corte y costura.Presenta una discapacidad motora en su mano y pierna derecha.
El caso de la desventurada mujer a quien la llaman «Yuyi» ha despertado el interés del Colegio de Abogados del estado Carabobo, del Foro Penal venezolano y de distintas organizaciones de Derechos Humanos que desean brindarle asesoría jurídica y emprender acciones legales por la golpiza que recibió. Mareli Palma, prima de Marvinia Jiménez, confirmó que la mantienen incomunicada y las autoridades no le permiten visita.
Dijo que aún no ha sido trasladada a los tribunales de justicia donde pretenden imputarla. Negaron que sea una «tira piedras». Solía protestar tocando cacerolas desde la puerta de su casa, pero ese día se cansó.
Otro grupo de familiares acudió al Ministerio Público para solicitar la intervención de un fiscal del área de Derechos Fundamentales, pero les dijeron que regresen después de carnavales. Consideran pertinente que le practiquen un examen médico legal para que se determine la naturaleza de las lesiones que le ocasionaron.
Les informaron que permanece en un calabozo de la Policía Nacional en el municipio Los Guayos porque en Valencia los centros de reclusión están abarrotados.
Los vecinos del sector La Espiga de Oro de la Isabelica, donde molieron a golpes y arrastraron a la costurera permanecen indignados. Denunciaron que la represión fue brutal. Otros detenidos en la zona también permanecen aislados.