El estudiante, Israel Colmenares al momento de ser detenido.
El estudiante, Israel Colmenares al momento de ser detenido.

Israel Colmenárez es el primer estudiante venezolano con asilo político en Europa. Tras haber padecido de abusos y torturas durante su detención en abril de 2013, el joven de 21 años ha atravesado un proceso legal que, nacionalmente, le obliga a tener una medida cautelar sustitutiva con presentación cada 15 días, mientras que en Bélgica se le considera perseguido político del gobierno venezolano. Reproducimos la entrevista realizada por el corresponsal en Madrid de Informe21, José A. Puglisi, con Colmenárez para conocer los detalles de su caso.

 

«Cuando Israel Colmenárez entró al comando móvil de la Guardia Nacional Bolivariana, los funcionarios le recibieron con golpes, mientras le despojaban de sus pertenencias. Sin dinero y sin teléfono quedó aislado en las manos de las fuerzas de seguridad que decidieron hacer justicia por cuenta propia y le encerraron en una cabina sellada de un metro por tres, que sólo tenía una ventanilla para poder respirar. Encerrado junto a dos personas en un espacio tan hostil, el joven estudiante de 21 años sintió cómo el calor del sol le agobiaba, al punto de faltarle el aire y provocarle náuseas y confusión.

 

Su caso, que se ha visto replicado en las torturas registradas en los últimos meses de protestas, le permitió acudir ante la justicia belga y exponer su experiencia. Ante la gravedad de los acontecimientos, la nación europea le otorgó asilo político y le resguardó de la persecución del régimen de Nicolás Maduro. A pesar de la distancia, Colmenárez cree que la persecución no ha cesado, sino que incluso se ha presuntamente expandido hasta su hermano mayor, quien también ha sido atacado por la Guardia Nacional y golpeado durante una detención.

 es un terror completamente justificado, debido a que, cuando sabes que no existen garantías de ningún derecho y te encuentras inmerso en un proceso judicial, no te quedan más ganas que las de permanecer escondido.

A pesar de la presión, el estudiante y uno de los creadores de Funpaz2013 asegura que no se rendirá porque es consciente de que “estamos del lado correcto de la historia y que nuestros principios y valores pueden más que cualquier gobierno, por más fuerte y aferrado que esté”.

 

– Durante los cuatro días que permaneciste detenido, ¿cuáles maltratos o torturas te han marcado personalmente?

– Personalmente creo que la humillación, amenazas y permanecer bajo unas condiciones infrahumanas es, indudablemente, algo que te marca. El terror psicológico al que fui sometido, día tras día, es imposible de olvidar. Pienso que, para mí, siendo en ese momento una persona vulnerable, cada una de las amenazas dolían más que cualquier golpe.

Cuando no tienes la más mínima ida de lo que pasará contigo, tu único pensamiento es “nos van a matar” ?ya sea aquí o dentro de un centro penitenciario? y ellos se encargan de recordártelo cada 10 minutos. Es imposible no tener miedo. El simple hecho de imaginarme dentro de una de estas cárceles venezolanas fue todo un pánico.

 

– ¿Cómo fueron los días posteriores a la detención?, ¿cómo te sentías?

– Es difícil describir con palabras esas sensaciones, pero indudablemente los días posteriores estuvieron llenos de miedo, angustia y pánico. No me atreví a salir de mi casa durante días por el temor a que me volvieran a detener, y conviví con la sensación de persecución y el sentimiento que te dice “vendrán por mí”.

Diría que es un terror completamente justificado, debido a que, cuando sabes que no existen garantías de ningún derecho y te encuentras inmerso en un proceso judicial, no te quedan más ganas que las de permanecer escondido. Fue un proceso largo y difícil, un proceso que, hasta el día de hoy, diría tiene secuelas, tal como lo determinaron los psicólogos: sufríamos de “estrés pos-traumático”.

Agradezco mucho a mi familia y a la sociedad civil en general por brindarme a mí, y a mis compañeros de lucha, ese apoyo que tanto necesitábamos y que aún seguimos necesitamos.

 

– ¿Qué medidas has tenido que tomar para poder retomar una vida normal?

– Pienso que con todo lo que he vivido, el tener una vida “normal” no es una opción. Siempre habrá algo que marcará una singular diferencia, ya sea positivo o negativo. Sencillamente el tener una vida normal es relativo, puesto que, para muchas personas, lo normal es lo cotidiano y el pasar o vivir todas estas circunstancias ?empezando por el hecho de que me encuentro en un país totalmente distinto al mío? marca una diferencia muy relevante.

Sinceramente, aunque en Bélgica he llegado a sentir más el aprecio que en Venezuela, la solidaridad y el apoyo que he obtenido por otros venezolanos han aliviado este peso tan grande que llevo, teniendo tan solo 21 años.

 

– Tras haber sido detenido y torturado, se te imputa de seis delitos (intimidación pública, daño a la propiedad del estado, lesiones genéricas, instigación pública, ultraje a funcionarios y resistencia a la autoridad), ¿cuál es tu valoración del sistema de Justicia de Venezuela?

– Sé que en estos momentos el sistema de Justicia en Venezuela es ficticio, puesto que es un sistema donde las directrices sólo emanan de un gobierno central y evidentemente no existe separación de poderes. Los hechos hablan por sí solos. Yo aún sigo estando inmerso en un proceso penal politizado, donde mis derechos constitucionales fueron vulnerados por el simple hecho de pensar distinto.
Ejercer y defender mis derechos fueron considerados por los entes garantes de la justicia venezolana, tales como el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, un delito atroz. Recordando las palabras dichas por la fiscal encargada el día de mi liberación: “se han salvado del cargo de traición a la patria y terrorismo”.

 

– Se te ha otorgado una medida cautelar sustitutiva con presentaci