Desde el pasado jueves, los trabajadores de Toyota Venezuela paralizaron las actividades de la planta de Cumaná, en protesta por la supuesta violación del contrato colectivo, en lo referente a aumento salarial y la asignación del auto anual a cada empleado.
José Marcano, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Toyota (Sintratoyota), destacó que la empresa dio un aumento parcial en enero pasado, cuando se hizo la indexación por inflación del semestre anterior. “Estamos perdiendo 9,93% pues el ajuste fue solo de 15%”, dijo. El dirigente sindical destacó que ello conlleva la vulneración de otros conceptos, como pago de vacaciones y bono vacacional, utilidades, y plan de vivienda, entre otros.
También expresó que la empresa está en mora con el HCM, fiesta infantil, dotación de uniformes y toallas, plan vacacional y el suministro de la cesta de bebidas refrescantes durante la jornada. Del mismo modo, Marcano señaló que Toyota no ha asignado el auto que puede adquirir cada trabajador a precio de costo, alegando la fuerte caída de la producción de este año.
“Lo que nos corresponde por contrato es apenas 10% de la producción de la planta. Es muy poco y eso no tendría que afectar a la empresa”, acotó Marcano, quien reconoce que la no entrega de las unidades se desprende de lo establecido en Decreto Presidencial 625, que ordena a la ensambladoras enviar toda su producción a los concesionarios a fin de subsanar la escasez de vehículos para la venta que afecta al mercado.
Pero la exigencia del sindicato se tropieza con una cruda realidad: en lo que va de 2014 Toyota solo ha podido ensamblar 1.425 unidades, un drástico retroceso de 79% frente a lo manufacturado en el mismo período de 2013; cantidad que a duras penas alcanzaría para honrar el compromiso con sus más de 1.300 empleados.
Marcano aseguró que los trabajadores están dispuestos a solucionar el conflicto, por lo que esperan ser convocados por la empresa a la brevedad. (Jesús Hurtado, El Siglo, 08.09.2014).