El Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) valora como muy positiva la decisión del gobierno nacional de reimpulsar el Plan Nacional de Inmunizaciones. Este plan, iniciado el pasado miércoles 03 de marzo, pretende inmunizar a la población contra 14 enfermedades infecciosas y constituye un aspecto importante en el marco de las políticas preventivas en salud planificadas por el Ejecutivo Nacional. El objetivo del Plan es garantizar en niños una cobertura mínima de 95%, tal como lo establecen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Las vacunas son un derecho de la población. Por ello el Estado debe garantizar medidas efectivas que garanticen al máximo su acceso para evitar contraer enfermedades prevenibles. El Estado venezolano, de conformidad con el artículo 84 de la Constitución, tiene la obligación de planificar y ejecutar con eficiencia políticas públicas de carácter preventivo. Desde la perspectiva de los derechos humanos el Plan Nacional de Vacunación debe realizarse garantizando la mayor cobertura posible sin ningún tipo de discriminación. Es importante incorporar a todas las instituciones del Estado relacionadas con el sector salud de carácter nacional, estadal y municipal. Exhortamos a los funcionarios del Estado a no instrumentalizar de manera política el esfuerzo emprendido para vacunar a millones de venezolanos y venezolanas. La polarización política que nos afecta como sociedad no debería perturbar el éxito del Plan. La cobertura debe garantizarse tanto en los estados y municipios gobernados hoy por el oficialismo como por la oposición. En tal sentido consideramos indispensable la cooperación de los distintos órganos y entes del Estado vinculados al sector salud, pues lo que está en juego es la salud de todas y todos los habitantes del país principalmente de nuestras niñas y niños.

Como bien lo establece el propio plan gubernamental, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno no se ha logrado alcanzar el mínimo establecido por la organización Mundial de la Salud que recomienda una cobertura al menos del 95% de la población. Indica la fuente oficial que actualmente se exhiben coberturas por debajo del 80.% en la mayoría de las vacunas, estando entre las más bajas, un 40.0% para el Toxoide Diftérico, 50.0% para Antirotavirus, 51.0% para Pentavalente, 76.0% la Antipolio Oral, y el 77.0% para la Antiamarílica. En algunas vacunas como la Penavalente se bajó de 81% de cobertura en el 2005 a 51% en el 2008 y en otras se aumentó pero no llegó a la cobertura exigible como es el caso de la trivalente viral que pasó de 76% de cobertura en el 2005 a 93% en el 2008.

La baja cobertura de algunas vacunas trajo graves consecuencias en años recientes. Por ejemplo, en el caso de la parotiditis se produjo un repunte en los últimos años. En el 2007 se registraron 19.142 casos y en un año se remontó a 200.707 casos, para el período 2008. Estos resultados ratifican la importancia de aunar esfuerzos para lograr el éxito del Plan Nacional de vacunación. En tal sentido, consideramos fundamental que se garantice la más amplia participación tanto de personal vinculado al sector salud como integrantes de la sociedad civil organizada. Asimismo exhortamos a la población a prestar la mayor colaboración posible con el proceso de vacunación en pleno desarrollo.

Prensa Provea, 05.03.09

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