Durante el próximo asueto de Semana Santa, que será entre el lunes 21 de marzo y el domingo 27, y con el fin de ahorrar el papel que les queda, habrá un apagón informativo de los medios regionales Última Hora y El Regional, del estado Portuguesa; lo mismo hará La Nación, de San Cristóbal.
Última Hora volverá a circular después del asueto, pero le queda inventario de papel solo para 12 días, por lo que podría salir de circulación para el 9 de abril aproximadamente. Actualmente tiene un tiraje de menos de 8 mil ejemplares, otrora era de 20 mil.
El Regional por su parte tiene papel para un mes después del asueto. Actualmente mantiene una nómina de 7 periodistas y no cuentan con reporteros gráficos.
La Nación, único diario impreso en el estado Táchira, no circulará en papel pero si actualizarán sus noticias a través de la web. Omaira Labrador, directora del diario informó que la medida obedece a un ahorro del inventario de papel; a esta medida se suma la ya reducción de cuerpos y paginación que ha tenido que hacer el diario.
A este apagón forzado se suma el diario El Impulso, que circula en Barquisimeto. Y el diario El Nacional está manejando la posibilidad de tampoco circular en estos días.
En Monagas la situación también es grave, saldrán de circulación los 5 diarios impresos: El Sol, El Oriental, El Periódico, La Prensa y La Verdad de Monagas. En este caso particular, es la tercera vez que sucede: ya salieron de circulación del 24 de diciembre de 2015 al 11 de enero de 2016, hicieron lo propio en el asueto de carnavales.
Todo este panorama es consecuencia directa de las cada vez más dramáticas limitaciones impuestas por las instituciones estatales que impiden, mediante trabas burocráticas, el acceso a los recursos para el normal funcionamiento de los medios. Esto se manifiesta en la violación expresa de los derechos de todos los ciudadanos a recibir información. Un cese radical de circulación privará a los ciudadanos de saber lo que está pasando, situación que precariza aun más el estado del derecho a la libertad de expresión en Venezuela, al considerar las importantes reducciones a las que se han visto obligados los medios impresos en los últimos tres años y que han minimizado el abanico informativo.
La libertad de expresión comprende la posibilidad de acceder a información plural y diversa, con distintos enfoques editoriales que brinden herramientas a las personas para que formen su propia opinión. Las restricciones administrativas del Estado venezolano vulneran los estándares regionales y universales que protegen el derecho, además de los pactos internacionales que la República se comprometió a respetar en la materia y están consagrados en la Constitución Nacional.