En Venezuela, las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Transexuales, Travestis e Intersexuales (LGBTI) manifestamos en el marco del 17 de mayo Día Internacional Contra la LesboHomoTransBiFobia que reivindicamos nuestros Derechos Humanos, el derecho a la no discriminación e igualdad ante la ley. Porque:
Somos como tú…
Y todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Todos los derechos humanos son universales, complementarios, indivisibles e interdependientes, la orientación sexual e identidad de género son esenciales para la dignidad y la humanidad de toda persona y no deben ser motivo de discriminación, violencia política (desigualdad legal), social (exclusión y escarnio público) o física (ataques y asesinatos). Por ello:
Denunciamos los constantes actos de discriminación y de violencia que menoscaban de la forma más evidente y extrema violación de los derechos humanos de las personas LGBTI principalmente aquellos que afectan el derecho a la vida y a la integridad personal.
Hechos que no solo se circunscriben a ataques físicos, maltrato policial, abuso de autoridad, violencias sexuales, detenciones arbitrarias, o crímenes de odio. Sino que también en el seno de las familias o de la comunidad se dan prácticas de violencia privada, como son uniones matrimoniales forzadas, el sometimiento a estereotipos y roles de género que restringen el libre desarrollo de la personalidad y la sexualidad, humillaciones públicas a las que nos someten a diario a las personas travestís, transexuales, transgéneros, lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales, situaciones que muchas veces concluyen en suicidio.
Creemos como tú…
Desde nuestra contemplación personal del mundo, de los seres vivos, desde lo que vemos y no vemos, desde lo que comprendemos o lo que no comprendemos, pero que sentimos en nuestro corazón, como personas LGBTI experimentamos cierta sensación de reverencia ante la realidad que descubrimos, desde la bondad que revelamos en los demás, desde valores universales como el amor, la solidaridad, el respeto, la libertad, en los que creemos firmemente sin más prueba que la propia sensación de que son la verdad. Decimos:
Que ninguna persona debe usar o propagar argumentos religiosos para justificar y promover actos de violencia y discriminación hacia otras personas que viven relaciones sexuales o sentimentales con personas de su mismo sexo, y personas cuya identidad de género no corresponde a su sexo de nacimiento.
Que el estado desde sus órganos: ejecutivo, judicial, legislativo, moral debe cumplir sus obligaciones de garantizar el respeto, el pleno y libre ejercicio de los derechos humanos sin permitir injerencia de creencias y argumentos religiosos, símbolos religiosos o dogma de fe, aunque fueran creídos por la totalidad de las/os ciudadanas/os, para imponérselos al resto de la sociedad, como decisión política para detener el avance de los pueblos a mejores condiciones de vida. Queremos un estado laico.
Que las jerarquías religiosas deberían expresar su condena del hecho que la violencia, exclusión, estigmatización y prejuicio sean dirigidos contra personas LGBTI a causa de su orientación sexual o su identidad de género, y dar por terminados sus continuos ataques e incitaciones al odio y persecución que nos mina de prácticas que menoscaban la integridad y la dignidad de aquellas/os que son sometidas/os a estos abusos.
Que los líderes religiosos deberían llamar a todas/os, especialmente a sus seguidoras/res, para que se comprometan en promover y proteger los derechos humanos y la dignidad incondicional inherente a todas las personas, sin importar la orientación sexual o la identidad de género.
Que las religiones deberían oponerse a una visión opresiva de la religión, y ser partidarias de que las religiones sean instrumentos de liberación y pacificación entre todas las personas. Deberían ser fieles a sus convicciones de base y no crear categorías de seres humanos hacia las cuales la violencia pueda ser justificada. Todas las religiones deberían proporcionar un lugar de seguridad y respeto para todos los seres humanos.
Tenemos derechos como tú…
Todas las personas son iguales ante la ley, iguales en dignidad y derechos, cada persona le es dado ejercer todos los derechos y libertades contenidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos sin distinción de cualquier naturaleza, incluida la orientación sexual e identidad de género. Por ello:
Pedimos al gobierno que desarrollen y apliquen una política nacional en contra de la discriminación por orientación sexual e identidad de género en todos los sectores de la sociedad venezolana, haciendo frente a todas las formas de discriminación en todos los ámbitos de la vida, pero sin ocultar bajo el discurso de la inclusión y justicia social los temas de las personas LGBTI.
Exigimos que esa política antidiscriminatoria se centre tanto en la igualdad legal, poniendo así fin a un trato de segunda clase dado por parte del estado a las personas LGBTI, como en la igualdad social, luchando contra la discriminación y los prejuicios en toda la sociedad, incluidos los organismos privados.
Reclamamos que las/os parlamentarias/os cumplan con sus responsabilidades de legislar asumiendo efectivamente su compromiso con los derechos humanos, y que al igual que está ocurriendo en el resto de los países de la región latinoamericana y del mundo, eliminen definitivamente la discriminación legal que existe en Venezuela en contra de las personas LGBTI en razón de su orientación sexual e identidad de género.
Demandamos que los temas de derechos humanos de las personas LGBTI se incorporen a toda la actividad política gubernamental en general. Esto significa que, antes de tomar decisiones, deberán definirse y tenerse en cuenta los efectos de las propuestas de políticas sobre la situación de la personas LGBTI.
Finalmente porque Somos como tú, Creemos como tú y Tenemos derechos como tú afirmamos:
Que los cambios legales, políticos y sociales que habrán de proporcionar derechos iguales a las personas LGBTI no sólo servirán a nuestros intereses. Porque en una sociedad en la que se oprime a algunas personas nadie puede considerarse libre e igual. La incorporación de los cambios que deseamos será, pues, el resultado de los esfuerzos combinados del movimiento de los derechos humanos de las personas LGBTI, de otros grupos: mujeres, indígenas, afrovenezolanos, de las instituciones del estado entre otros… La Red LGBTI de VENEZUELA en Caracas 22 de mayo 2010.