¡Patria socialista o… muerte! Se oían aplausos. ¡Patria socialista o… muerte! Nuevamente sonaban las palmas tras completar los presidentes de CVG Venalum y CVG Alcasa el lema de la revolución, quienes prestaron ayer juramento como milicianos de los cuerpos combatientes de la reserva, de sus respectivos despachos.
En representación de las empresas que dirigen, los presidentes de CVG Venalum y de CVG Alcasa, Rada Gamluch y Elio Sayago, respectivamente, comentaron que el evento era para dar el ejemplo a sus trabajadores.
En lo que calificó como un “acto sencillo, pero simbólico”, Gamluch invitó a todos los trabajadores de las empresas básicas a que “se incorporen de manera decisiva en este proceso de la defensa de las empresas”.
Por CVG Venalum
Indica Gamluch que esta defensa se dará a través de las milicias bolivarianas, pues: “Las empresas son de todas las venezolanas y de todos los venezolanos, quienes esperan que nosotros como trabajadores demos el ejemplo en la batalla social y en la batalla mediática”.
– Ha dicho “batalla, milicia y defensa”. ¿Alguien los va a atacar?
– Sí. Tenemos el problema de la soberanía tecnológica que empieza por la transformación del modelo productivo. Creemos que la batalla por la transformación de las empresas -para que den beneficios a los trabajadores- es fundamental e indudablemente tiene que venir acompañada por una batalla mediática.
– ¿Y quién tenía la hegemonía de las factorías?
– Para nadie es un secreto que se les ha impuesto un modelo (de producción) a las empresas básicas para satisfacer la demanda de productos, llevarlos al exterior y satisfacer a las grandes potencias a nivel mundial. Hoy estamos cambiando ese modelo para que a través del desarrollo endógeno, las industrias del aluminio aguas abajo desarrollen el aparato productivo del país y así las trabajadoras y los trabajadores sientan que sus productos tienen un sentido social.
– ¿Está hablando en términos de tecnología y medios, usted cree que pueda darse esta batalla desde las milicias?
– Bueno, obviamente el comandante Chávez ha dado una línea de instrucciones para fortalecer este nuevo componente (cuerpos combatientes), que es un complemento de la Fuerza Armada Bolivariana Nacional y generar conciencia en los trabajadores en la defensa de nuestras empresas. Por supuesto no apostamos en una guerra normal; es una batalla en lo social, en lo mediático… para aquellos casos extremos en los cuales tengamos que recurrir como trabajadores venezolanos al rol patriótico de defensa de las empresas.
Por CVG Alcasa
Sayago recordó que el Presidente de la República “permanentemente hace referencia a que tengamos conciencia de la crisis capitalista que se ha expresado no sólo en el ámbito ambiental, sino también cuando países desarrollados lanzan a la calle a millones de trabajadores, que quedan desempleados, cuando les quitan la vivienda, cuando hay problemas de agua y de luz”.
Considera Sayago que la corrupción es una de las consecuencias del capitalismo, por cuanto las empresas del Estado han sido administradas “con un criterio de crisis que ha permitido el despilfarro”.
Aclara que los cuerpos combatientes no son “para matar a nadie”, sino que son el reflejo de “la disposición para poner todos nuestros conocimientos en todos nuestros procesos de manera decidida para enfrentar esas organizaciones que desde el manejo del aluminio han impedido la potencialidad de nuestras empresas”.
“Este acto es una de demostración de que esa cultura que regularmente hemos tenido de concebir la milicia empírica de la guerra como un enfrentamiento, queremos traducirla al ámbito cultural, al ámbito de la disposición de los trabajadores que vamos realmente a una transformación de nuestras empresas”, añade.
“El modelo que hasta ahora ha regido desde el punto de vista tecnológico se caracteriza por donde si faltan repuestos, se paran las máquinas. Es necesario tener una disposición militar desde el punto de vista tecnológico para lograr la soberanía”.
Milicianos soberanos
“La paz esté con ustedes”, empezó su ponencia el coordinador nacional del Cuerpo de Combatientes de Edelca y primer teniente, Antonio Mijares, sobre la experiencia de la Milicia Bolivariana en esta estatal.
Su predecesor en el programa fue el general de brigada, Francisco Catarí Meléndez cuyo título de ponencia fue “Alto nivel estratégico de la Milicia Bolivariana”. En ella apeló Catarí Meléndez al sentido de pertenencia y respeto que tienen los milicianos por su uniforme.
Apoyándose en las conclusiones de las Conferencias de la Haya (Holanda, 1899 y 1907) sobre la reglamentación de la guerra, el Protocolo 1 (1977) de los convenios de Ginebra (1949), Catarí Meléndez con el público asistente: “¿A quién podía matar un miliciano?”. Aclaró que ello puede ocurrir cuando se trate de, por ejemplo, mercenarios, defensa propia, tropas aerotransportadoras.
Catarí Meléndez enumeró en la diapositiva “¿a quién no puede matar un miliciano?” casos como la prohibición de la perfidia y del uso de emblemas reconocidos (Naciones Unidas, Cruz Roja). (Leonardo Suárez Montya, Correo del Caroní, http://www.correodelcaroni.com/content/view/158017/149)
Provea recuerda que el artículo 50 de la Reforma de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, aprobada en octubre de 2009, establece una función de los cuerpos de combatientes que antagoniza con el derecho constitucional a la huelga: “Los Cuerpos Combatientes son unidades conformadas por ciudadanos y ciudadanas que laboran en instituciones públicas y privadas (…) con el fin de coadyuvar con la Fuerza Armada Nacional en la defensa integral de la Nación, asegurando la integridad y operatividad de las instituciones a las que pertenecen”.