El presidente de la Cámara de la Construcción del estado Bolívar, Daniel Irureta, rechazó las declaraciones de un grupo de dirigentes sindicales que señaló -el martes- que la violencia sindical es generada y propiciada por los empresarios de la construcción.
“En diversas oportunidades hemos rechazado la violencia y hemos sido precursores de una mesa de trabajo de la cual forman parte organizaciones sindicales y de seguridad”, señaló el dirigente empresarial, quien precisó que se han reunido en dos oportunidades en el mes de julio para lograr puntos en común.
Asimismo, Irureta aseguró que en las negociaciones de la convención colectiva se incluyeron acuerdos para frenar la violencia sindical, entre los que destacan el reconocimiento mutuo de la legitimidad de las partes, por lo que no se reconoce a las organizaciones que no formaron parte de la discusión; y el desarme en las obras, pues consideran que genera la mayor parte de violencia en la construcción. “Los empresarios no están armados sino los dirigentes sindicales y las personas que los acompañan”.
“Cualquier acción que podamos tomar para el cese de la violencia ténganlo por seguro que lo vamos a hacer, porque tenemos el apoyo de todas las empresas afiliadas”, dijo, al destacar que siempre han sido precursores de la paz laboral.
El dirigente empresarial manifestó que se han firmado dos actas, producto de las mesas de trabajo con las organizaciones sindicales, y ambas muestran la disposición a frenar la violencia “aunque los resultados muestren lo contrario”.
“La violencia es generada por ellos mismos en su lucha de poder por el control de las obras”, acotó.
Otros de los acuerdos de las mesas de trabajo son no hacer arreglos con personas de las organizaciones sindicales que no formen parte de la directiva; y participar a los sindicatos sobre los proyectos de construcción en la ciudad, para así evitar conflictos.
Irureta subrayó que son empresarios, cuyo principal objetivo es trabajar “pero estamos dispuestos a servir de mediadores para acabar con la violencia”. (MRC, Correo del Caroní, 13.08.10)
