Nosotros los diablos tenemos una mala fama de tramposos que resultaría exagerada hasta la falsedad, si uno la compara con la de la oposición venezolana. Hoy comienza la campaña electoral parlamentaria y ya hubo que denunciar a Súmate y otras 22 ONG -organizaciones no gubernamentales- por el descarado financiamiento que reciben del Departamento de Estado de los EEUU de Norteamérica. Personalmente, nunca hemos creído demasiado en la mayoría de las ONG. Y en estos comicios, los opositores se ven tan embusteros como antes o peor que nunca.

Denunciados ante la Fiscalía General de la República por recibir dinero para su propaganda, los acusados son Súmate, ONG Anna Frank, Espacio Público, Freedom Cause, Sin Mordaza, Grupo Lidera, AC Control Ciudadano, Liderazgo y Visión, Ciudadanía Activa, CEDICE, Libertad, Queremos Elegir, Ojo Electoral, Radar de los Barrios, PROVEA, COFAVIC, Venezuela Vigilante, AC CONVITE, Futuro Presente, Venezuela Sin Límite, Una Ventana a la Libertad, Sinergia, PROPAZ, y Asociación Civil Ronald Mc Donald.

Todos estos grupos percibieron cuatro millones de dólares en los últimos dos años, para financiar la guerra sucia y campañas mediáticas desestabilizadoras contra el Gobierno y el liderazgo del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV. Existirían pruebas de la sedición antidemocrática de todos estos traidores, según los tres denunciantes, Robert Serra, Andreína Tarazón y Jorge Amorín, de la juventud del PSUV. Recibió la acusación la titular del Ministerio Público, Luisa Ortega Díaz, quien ya dispuso abrir la correspondiente investigación.

Llama la atención en la lista de apátridas, la presencia de una fundación que presuntamente fue creada por un empresario que se estimaba simpatizante del líder y el PSUV. También hay otros grupos que habrían admitido su participación con los enemigos del socialismo, comenzando por Carlos José Correa Barros, dirigente de Espacio Público; además de Edgar Cherubini Lecuna, Carolina Jaimes de Gil, María Corina Machado, María Alicia Urbaneja, Paulina Gamus de Cohén, Hildemaro Núñez Torres, y Alejandro Plaz Castillo, entre otros de menor implicancia.

No se trata de iniciar una “cacería de brujas”, pero es francamente indignante que algunos individuos, de uno u otro sexo, pese a que nacieron bajo este cielo, son “admiradores” de los yanquis y están dispuestos a traicionar a su patria por complacer a los gringos. Ahora se sabrá si además de lacayos o cipayos, estos desvirtuados son capaces de vender a la nación y deben ser sometidos a la justicia. (Diario Vea, 26.08.10, http://diarioveaonline.com/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=7&Itemid=20)

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