La familia del secretario general de Sintraferrominera, Rubén González, acudió al Palacio de Justicia con la esperanza de que se celebrara la audiencia.
El juicio, pautado para las 2:00 de la tarde, comenzó sin contratiempo para la sorpresa de muchos. Ya durante más de un año habían acudido al mismo sitio, a la misma cita, sin que rindiera frutos debido a «logística» de la justicia venezolana.
Esta vez lograron reunirse en una misma sala la juez Magda Hidalgo, del Tribunal Sexto de Juicio; Fátima Urdaneta, fiscal del Ministerio Público y el acusado Rubén González, con lo que se dio inició formal a la audiencia de juicio penal.
Al Palacio llegaron dirigentes sindicales nacionales y regionales que se concentraron a medida que corrió la noticia del inicio del procedimiento judicial.
La diputada Pastora Medina y el dirigente de la corriente C-Cura, Orlando Chirinos, lograron escuchar la primera parte de las exposiciones.
Cerca de las 5:00 de la tarde el defensor del secretario general, Ítalo Atencio, salió del Palacio de Justicia anunciando la continuación de la audiencia para hoy a las 9:00 de la mañana. También dio aliento a familiares y amigos: «Rubén se ha defendido muy bien en el interrogatorio», agregó.
El juicio podría concluir en un máximo de 16 audiencias. La primera parte del proceso se basó en intentar comprobar que los delitos (agavillamiento, instigación a delinquir, reestricción de la libertad al trabajo y violación de las zonas de seguridad) no tienen basamento si se contrapone con el derecho de los trabajadores a ejercer el derecho a la huelga.
Atencio explicó que entre el 11 y 26 de agosto de 2009 más de 6 mil trabajadores decidieron paralizar sus actividades, en protesta contra el incumplimiento del contrato colectivo y agregó que la Fiscalía no tuvo cómo comprobar que más de mil trabajadores fueron coaccionados a cumplir el supuesto plan del dirigente.
«El motivo de la paralización fue por alrededor Bs.F. 100 mil que le deben a cada trabajador», adujo.
«Simplemente se trata de un derecho genuino a la huelga. Si hubo pliego o no hubo pliego eso no le soslaya el derecho de los trabajadores a reclamar sus reivindicaciones laborales. Rubén González fue un mediador entre los trabajadores y la empresa, pero la empresa no medió entre el 11 y 26 de agosto y eso alargó todo», argumentó.
Invitó a los 115 testigos, todos obreros, a acudir a decir la verdad. «Los trabajadores son los que tienen que decir si Rubén González tuvo el poder hipnótico de poder inclinarlos a evitar que los vagones se llenaran de hierro, o que los operadores de carga pesada no descargaran, eso es imposible y lo demostramos por la sencilla razón de que son 6 mil 400 trabajadores. ¿En qué cabeza cabe que cinco trabajadores pudieron hacer eso?».
Derrotar el miedo
El abogado Tello Benítez, ex secretario general de Sutiss, manifestó que el inicio del juicio «es algo negativo para la clase trabajadora, porque este juicio no debió nunca darse, porque esto es algo netamente laboral y fue llevado a la jurisdicción penal».
La familia del secretario general apreció la presencia de la dirigencia sindical, quien invitó a los trabajadores a demostrarle al Gobierno que no hay miedo y que de manera organizada comenzarán las manifestaciones por el respeto de los derechos laborales.
Benjamín Moreno, miembro de la Unete: «Quiero hacer un llamado a la sinceridad. Es primera vez que vemos a un hombre preso por defender los derechos de los trabajadores, por eso llamo a los sectores políticos a que se reivindiquen».
Bulmaro Ramos, comité ejecutivo de Sutiss: «Lo menos que esperábamos era que iniciara el juicio y se le dé agilidad a esto, porque los trabajadores lo que queremos es dedicarnos a trabajar por Venezuela y no dedicarle tiempo a cuestiones de Tribunales».
Froilán Barrios, comité ejecutivo CTV, Solidaridad Laboral: «Para mí esto es un juicio político. Se está inaugurando una fase en la que los dirigentes sindicales van a ser sometidos a este tipo de acusaciones. Este no es sólo contra Rubén González sino contra todo el movimiento sindical».
Henry Arias, secretario de organización de Sintralcasa: «Creo que hemos avanzado y mañana (hoy) venimos a llevarnos al secretario general para
que éste con su familia, con los trabajadores y con el sindicato que le corresponde para defender los derechos de los trabajadores».
José «Acarigua» Rodríguez, director laboral de Sidor: «Hoy más que nunca estamos convencidos de que esto no es una política aislada, es una política de Estado que llamamos la criminalización de la lucha. Lo que le pase a Rubén nos puede pasar a nosotros».
Juan Gómez, secretario general de Sunep-CVG: «Vemos que hay una luz en el túnel, apoyamos esto y vamos a estar al frente de este compañero para lograr su libertad, donde además exigimos celeridad a este juicio injusto».
Leonardo Calderón, miembro de Sutralum: «Aquí queda evidenciado que Rubén González es un preso político, es un hombre que no le hace daño a nadie. Quienes han hecho un daño patrimonial a esta región hoy disfrutan de privilegios».
Omar Marcano, miembro de Sintraferrominera: «Quiero hacerle un llamado a los trabajadores para que enfrenten este momento y que acudan aquí a sacar a su secretario general».
Por la cantidad de testigos promovidos por la defensa y la parte acusadora, el juicio puede abarcar unas 16 audiencias antes de emitirse un fallo. (Clavel Rangel, Correo del Caroní)