Luego de un día y medio de debates, los y las 300 representantes de organizaciones de sociedad civil de diferentes partes del mundo que se han reunido en los días 18 y 19 de Mayo en Incheón, República de Corea, dan a conocer su Declaración Final intitulada “Hacia el derecho a la educación pública, inclusiva y de calidad y el aprendizaje a lo largo de toda la vida después de 2015″, documento en el que expresan sus posiciones y preparan su participación en el Foro Mundial sobre la Educación, el que comienza el día de hoy (19) y sigue hasta el Jueves 21.
En la Declaración, las organizaciones plantean sus principales propuestas para la nueva Agenda de Educación 2030, celebrando su articulación con la Agenda de Desarrollo: “El nuevo pacto mundial sobre el desarrollo exige una nueva generación de ciudadanos y ciudadanas del mundo dinámicos, de todas las edades y en todos los países, desarrollando y compartiendo las actitudes, conocimientos y conductas esenciales para lograr un planeta sostenible. Para alcanzar la dignidad y la justicia social y ambiental, necesitamos educación y aprendizajes inclusivos, equitativos, de calidad, a lo largo de la vida para todos y todas”, afirma el documento.
El documento aborda, entre otros temas, la educación como un derecho humano, la calidad educativa desde un concepto amplio, la equidad, la centralidad de los y las docentes, que deben ser bien preparados/as, profesionalmente capacitados/as y valorados/as y además tener remuneraciones decentes.
En particular, la Declaración destaca que la Agenda de Educación 2030 no podrá alcanzarse sin un financiamiento adecuado: “los gobiernos deben dedicar al menos 6% de su PIB y al menos 20% de su presupuesto a la educación”. Asimismo, afirma que es necesario un compromiso claro para asegurar que los recursos públicos, incluyendo los de la cooperación internacional, sean asignados para la educación pública, sin que apoyen o ofrezcan subsidios a la oferta educativa privada con fines de lucro de ninguna especie.
El documento también apunta la necesidad de tener un conjunto de indicadores ambiciosos y holísticos que sean consistentes con los derechos humanos y alineados con el contenido y espíritu del objetivo y del conjunto total de las metas educacionales. “Debe focalizarse en fortalecer una evaluación formativa, que pueda ayudar a orientar el mejoramiento, más que a poner demasiado énfasis en pruebas y comparaciones internacionalmente estandarizadas”, dice el texto.
El incremento de incidentes de ataque y violencia dentro y alrededor de las instituciones educacionales es otro tema de preocupación de las organizaciones. “Necesitamos prestar atención a las causas de bases del conflicto y de la violencia”, dice el texto. Asimismo, las organizaciones muestran preocupación por el hecho de que muchos gobiernos están invirtiendo desproporcionalmente en fuerzas armadas y/o incrementando sus gastos militares más rápidamente que sus gastos en educación.
Finalmente, las organizaciones reconocen el rol crucial que juega UNESCO como agencia de Naciones Unidas con el mandato para la realización de la educación, y urgen la continuación de un proceso y una arquitectura inclusiva y democrática para el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030, que involucre a los Estados miembros, agencias relevantes de Naciones Unidas y la sociedad civil.