De nuevo la criminalidad ligada a la discriminación por orientación sexual e identidad de género volvieron hacer de las suyas en la Avenida Libertador esta vez frente a las Residencias IL Pórtico del Este cuando dos personas trans de 18 y 39 años de edad fueron asesinadas la madrugada del sábado 30 aproximadamente a las 2:30 am.
Según información recibida más de cuatro sujetos portando arma blanca acabaron con la vida de estas personas hasta ahora se desconoce el móvil del doble homicidio, el cual puede ser considerado como crimen de odio. Los cuerpos sin vida de las víctimas se encuentran en la morgue de Bello Monte esperando ser identificados por sus familiares tal como le manifestaron, a Yonatan Matheus Director de Venezuela Diversa, funcionarios del cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalisticas (CICPC) la tarde de ayer.
Fuentes cercanas a la Defensoria del Pueblo manifestaron que la defensora Gabriela Ramirez al tener conocimiento de lo ocurrido giró instrucciones para que funcionarios de dicho organismo se trasladaran a la medicatura forence a fin de levantar un acta sobre lo ocurrido, así como constatar que las autoridades pertinentes se avoquen a esclarecer dicho caso.
Hasta ahora Venezuela sigue siendo uno de los muchos países de latioamerica donde las personas travestis, transgeneros y transexuales – más aún las que ejercen trabajo sexual en vía pública- siguen siendo blanco constante de toda forma de violencia, la cual viene desde diferentes frentes: las familias, las iglesias, los cuerpos de seguridad, las instituciones del estado, empresas privadas que prestan servicios públicos, la sociedad en general e incluso hasta la misma comunidad de la diversidad sexual, donde muchas veces se construyen y promueven diversas formas de intolerancia e irrespeto a los derechos humanos.
La critica situación de vulnerabilidad y clandestinidad en que viven las personas trans y muchas lesbianas y gays se ve acrecentada con este tipo prácticas, se hace cada vez más necesario que el Estado venezolano incluya en el código penal la categoría “crímenes de odio” como una clase especial de crimen a fin de sancionar todas las formas de discriminación incluyendo la fundada en orientación sexual e identidad de género.
Finalmente, Matheus hace un llamado a la comunidad LGBTI a denunciar ante las autoridades pertinentes cualquier acto de discriminación o violencia cometidos en base a su orientación sexual e identidad de género, siendo este el primer pasó para ir erradicando la impunidad y vulneración de los derechos fundamentales de las personals LGBTI del País.