La organización Human Rights Watch (HRW) envió este jueves una carta a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para solicitar que su gobierno y el de los países del Mercosur actúen para convencer a Venezuela a permanecer en la Convención Americana de Derechos Humanos.
La carta, firmada por el director de la División de Américas de HRW, José Miguel Vivanco, recordó a Rousseff que la decisión venezolana de retirarse de la Convención se tornará efectiva el 10 de septiembre de 2013, y que ello afectará el acceso de los venezolanos a ese mecanismo de protección contra abusos en las circunstancias en que los tribunales locales no lo hagan.
«Esto es especialmente problemático en un país como Venezuela, donde falta independencia judicial y cuyo Supremo Tribunal ha repetidamente defendido políticas gubernamentales que perjudican derechos básicos», reza la carta, divulgada por la sede de la entidad, en Washington.
De acuerdo con HRW, el Protocolo de Asunción sobre el Compromiso con la Protección a los Derechos Humanos confiere a los países del Mercosur el deber de «discutir con seriedad los graves problemas de derechos humanos en Venezuela, en conjunto con el gobierno de ese país».
Después de un año del ingreso de Venezuela al Mercosur, «los gobiernos de Brasil y de los otros países miembros aún no discutieron esos graves problemas con el gobierno de Venezuela de forma seria y pública», afirma la nota, para destacar que las autoridades venezolanas ejercen actualmente la presidencia temporaria del bloque.
«Al ignorar el compromiso de proteger y promover derechos básicos y respetar las instituciones democráticas, Brasil transmite el lamentable mensaje de que los compromisos internacionales previstos en el Protocolo de Asunción no pasan de promesas vacías», apunta Vivanco en la misiva a Rousseff.
La decisión venezolana de retirarse de la Convención Americana de Derechos Humanos había sido anunciada el 10 de septiembre del año pasado por el entonces presidente Hugo Chávez, y si esa decisión no es revocada por las actuales autoridades se tornará efectiva.
En la carta, Vivanco aseguró a Rousseff que desde el anuncio de la salida venezolana de la Convención, «lamentablemente, la situación de los derechos humanos (…) apenas ha empeorado».
La Convención Americana de Derechos Humanos, habitualmente llamada Pacto de San José, fue firmada en Costa Rica en 1969 y entró en vigor en 1978.
El mecanismo reconoce como medio de protección de derechos y libertades a la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. (El Universal, 05.09.13)