Sebastiana Barraez. Semanario Quinto Dia
del 05 al 12 de febrero de 2010
DIAC. Es la División de Investigaciones y Apoyo Criminalístico de la policía de Lara. Tenían tantas denuncias que parecía más peligroso encontrarse con un policía que con un malandro. “El entonces gobernador Luis Reyes Reyes hizo caso omiso y defendió hasta último momento la presencia del entonces coronel Figueras como jefe de la Policía”.
Cuando Henry Falcón llega a la gobernación de Lara tomó las denuncias y ordenó abrir los expedientes. Descubrieron que más de la mitad de los señalados tenían procedimientos por irregularidades.
Un grupo de ellos se fue de la Policía, otros fueron destituidos. Estaban en la apertura de procedimientos contra los comisarios, cuando prefirieron irse de vacaciones. Tres meses antes de la muerte de Mijail intentaron asesinar a un hijo del gobernador Henry Falcón. Y ahora, desde Caracas, le impusieron a la policía de Lara un hombre para decidir si les abren o no las investigaciones a esos comisarios jefes.
FIGUERAS. Era coronel, amigo de Reyes Reyes, quien lo nombra jefe de la Policía. Fueron tantos los asesinatos “extraños” a manos de los uniformados que incluso se creó un Comité de Víctimas. De nada valieron los gritos de justicia, solicitando investigaciones.
“Figueras –cuenta el ex diputado- no logró demostrar que no era cómplice del narcotraficante Farid Domínguez (deportado por Jesse Chacón) y quien tenía un carnet que Rodríguez Figueras le dio como comisario de la policía de Lara y se lo incautaron cuando lo detienen en La Lagunita de Caracas”. La investigación que el presidente Chávez ordenó hacer con la Disip, se quedó en las gavetas. Rodríguez Figueras fue ascendido a general y ahora está en la Sala Situacional de Miraflores.
¿SICARIO? Cuenta Víctor Martínez que voces airadas se levantaron en Lara con el asesinato de Mijail. En el diario El Informador, único medio que llegó a hablar de la hipótesis del robo, trabaja en la fuente de sucesos Gerardo Morón Sánchez, quien fuera jefe de prensa de Rodríguez Figueras y el Cuerpo Élite (DIAC). Un par de días después del asesinato de Mijail llega a El Informador el joven Jairo José Canelones Ollarvez de 23 años diciendo que él lo asesinó.
Llega solo, revelando que por ese crimen le pagaron, que él es sicario y que prestó servicio militar. Dice que quiere entregarse. El periódico llama al abogado Leonardo Mendoza, amigo de Carlos Rodríguez, entonces jefe del CICPC en Lara (hoy presta funciones en CICPC Miranda). Rodríguez se presenta al diario y se lleva al presunto sicario, por cierto sin esposas, como aparece en las fotos que el periódico publica. A Jairo lo llevan al CICPC. “El director Carlos Rodríguez nos dijo que para que el tipo declarara hicieron pasar como fiscal a un funcionario del CICPC de Caracas”.
JUECES Y FISCALES. Ratifico, la administración de justicia en Lara está deteriorada. La fiscal Cristina Coronado, quien lleva el caso del asesinato de Mijail, habría revelado que a ella nadie le notificó que Jairo Canelones Ollarvez se entregó. El Cicpc dizque llamó y ella no atendió. A Jairo lo presenta la fiscal auxiliar 11, Maybet Montesinos, pero por porte de droga para consumo; el fiscal titular de ese despacho es José Rafael Fernández.
Cuando la fiscal Coronado se da cuenta que a Jairo lo están presentando por droga, habla con la juez rectora Yanina Caravín, quien se comunicó con la jueza quinta de control Leylali de Jesus Sicarelli de Figuerelli, y le habría dicho que a Jairo le estaban instruyendo privativa de libertad por sicariato, por lo cual debía retenerlo unos minutos mientras llegaba la boleta de privativa al juez de control 3, Amelia Jiménez.
Las oficinas de Sicarelli y Jiménez están contiguas. La jueza Jiménez le comunica a Sicarelli que ella está instruyendo la privativa de libertad de Jairo. Pero la jueza le dio a Jairo la medida cautelar que solicitó el abogado Omar Florez, y es así como Jairo, quien se había declarado el asesino de Mijail, quedó en libertad.
Jairo no sale por la puerta por donde tradicionalmente lo hacen quienes se presentan a las audiencias en el Edificio Nacional de Barquisimeto, si no que lo hace por el sótano, exclusivo del personal judicial. ¿Si la fiscal Coronado era la encargada del caso de sicariato, cómo es que la fiscal Maybet Montesinos tuvo mayor potestad para lograr que Jairo quedara en libertad? Esa inusual celeridad y eficiencia de la fiscal Montesinos y de la juez Sicarelli, por lo menos extrañas son. Jamás podía ser más relevante que el joven tuviese encima una porción mínima de droga, que su confesión de que había sicariado al joven Mijail. Como entenderán, de Jairo no se supo más. La medida que le dio la juez Sicarelli de presentación, como es lógico no la cumplió. Y otra vez, se burlaron de la justicia.
PODER. Víctor MartínEz dice que “el caso de Jairo fue un montaje para desvirtuar el sicariato. Hay un contubernio de poder, que involucra al jefe del Cicpc, con la colaboración del periodista Gerardo Morón, y coincide con la actuación de la juez y de la fiscal auxiliar”.
La madre y hermana de Jairo llegaron a confesar que es mentira que él sea sicario y que no presentó servicio militar.
“Todos los dedos señalan al gobierno”, dice Martínez.
¡FRUSTRACIÓN! “Me podrán acusar de cualquier cosa, pero no que me enriquecí.
Yo llegué con el sueño de luchar y defender a mi pueblo. Chávez nunca me escuchó. Se quedó 7 veces en mi casa, me fui por la insurgencia para liberarlo, me mantuve firme.
Pero además de que me inhabilitaron por una pendejada, me persiguieron y me mandan a matar la familia. La intención es silenciarme”, dice Martínez. Habla con tristeza de lo que hoy vive luego de 40 años de lucha social: “Freddy Bernal, Nicolás Maduro, Cilia Flores y el propio Chávez, ninguno de ellos condenó el asesinato de mi hijo, pero yo me los cargué en el lomo para que llegaran”.
POETA. Mijail Baudilio Martínez Niño murió de 23 años, pero un día escribió: “la muerte es libertad total/ pero con juicio final./ Si haces mal/ no tendrás buena conciencia./ A veces es mejor quedar fallo/ que harto…/ Ventana hacia lo desconocido/ indicando un paraíso/ donde reposará mi alma”.
Fuente: quintodia.com / Por: Sebastiana Barraez