Este 22 de junio se cumplieron dos meses desde que el reportero gráfico del Ministerio de Relaciones Interiores y de Justicia, Jorge Durán, perdiera la vida absurda e injustamente cuando fue enviado a la frontera con Colombia a una misión periodística para la cual, de manera irresponsable, no se tomaron las previsiones de logística y las medidas de seguridad utilizadas para trabajar en zonas de riesgo.

Si increíble resulta que un despacho oficial de la importancia de la Dirección de Información y comunicaciones del MINJUSTICIA, enviara a tres periodistas, incluyendo a un mujer, a una zona abrupta y anegada, frecuentada por guerrilla y paramilitares, sin dotarlos ni siquiera de agua, no se diga ropa y calzado adecuado, igualmente insólito resulta que ese ministerio ni ninguno de los organismos a los cuales los gremios periodísticos han solicitado una investigación de lo sucedido se hayan dignado informar oficialmente sobre lo ocurrido.

En efecto, a pesar de que el titular de MINJUSTICIA llegó a anunciar que daría una rueda de prensa sobre las circunstancias en las que se produjo la muerte de Durán, nunca ha dado al país una explicación sobre el por qué, por ejemplo, Durán fue abandonado en la zona boscosa de la frontera por los helicópteros militares cuando sus condiciones físicas requerían asistencia médica. Pero lo mismo puede decirse de la Fiscalía General de la República y de la Comisión de Ciencia, Tecnología y Medios de la Asamblea Nacional, poderes que ni siquiera han acusado recibo de las comunicaciones que conjuntamente le dirigieron el Colegio Nacional de Periodistas (CN), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela (CRGV) y la organización Espacio Público. En el caso de la Fiscalía, es curioso que ese despacho no haya procedido a citar al autor de la denuncia, el periodista Mario Villegas.

No escapa a los gremios que un caso como la muerte de Jorge Durán se produce, entre otras razones, porque desde hace años se viene adelantando una política oficial mediante la cual las direcciones de prensa de ministerios y otros organismos públicos han sido colocadas en manos de personas que desconocen absolutamente la esencia de la labor periodística, la dinámica comunicacional del mundo de la noticia y, adicionalmente, ignoran las medidas de seguridad para el trabajo periodístico en zonas de riesgo.

A dos meses del deplorable deceso del fotoperiodista Jorge Durán Chacín, los gremios periodísticos y la organización no gubernamental Espacio Público vuelven a elevar su voz en demanda de que este caso sea investigado, amplia e imparcialmente y en todos sus pormenores, y sean establecidas las responsabilidades y sanciones a que haya lugar.

Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP)

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