Si por algo será recordado este 2013 es por la curva ascendente de violaciones a la libertad de expresión en el país: van 205 solo de enero a agosto. Una diaria, en promedio.
El dato implica un incremento de 78% en comparación con el año pasado, que cerró con 200 casos.
Este acumulado parcial es, además, la cifra más alta que ha registrado el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) en Venezuela durante la última década, cotejó la coordinadora del Área de Monitoreo en Libertad de Expresión de esa ONG, Mariengracia Chirinos.
En su conferencia “Situación de la Libertad de Expresión en Venezuela”, a propósito de los 80 años de El Carabobeño, la periodista analizó que este techo de hostigamiento hacia la prensa responde a la alta conflictividad sociopolítica de Venezuela. “De hecho, abril, mes de las presidenciales, ha sido el de más casos”.
Los cuerpos de seguridad del Estado siguen siendo los que en mayor medida promueven estas acciones cometidas contra medios privados, pero también públicos y comunitarios. El IPYS registra dificultades hasta en la fuente deportiva.
Múltiples obstrucciones
Chirinos enumeró las principales obstrucciones al trabajo periodístico: limitaciones en la cobertura de asuntos estatales, escaso acceso a información de interés público, uso abusivo del poder del Estado y seguimiento intimidatorio de parte de funcionarios de inteligencia.
También preocupa al IPYS los recientes casos de censura, ejercida a través de medidas judiciales y acciones legales contrarias a la Constitución y los convenios suscritos por Venezuela, así como las presiones y el cierre consumado de espacios que daban cabida a la denuncia ciudadana y la crítica.
Existe una política de criminalización a la actividad periodística, concluyó la investigadora. Recordó que cuando una institución pública le niega el acceso a un reportero también se lo hace a los ciudadanos.
González: mantener la responsabilidad
Agresiones a periodistas y a reporteros gráficos, en la calle y en la sede, vetos, intimidaciones… El Carabobeño tiene su propia lista de ataques, que repasó su jefa de Redacción, Carolina González.
En sus palabras de bienvenida a conferencistas e invitados, la anfitriona recordó que el Diario del Centro conoció dos férreas dictaduras en sus primeros 25 años de labores. El director-fundador, Eladio Alemán Sucre, conoció la rudeza del exilio.
“El Carabobeño, sin embargo, se mantuvo y se mantendrá con la misma responsabilidad que lo ha caracterizado”. González subrayó que tomarle el pulso a la libertad de expresión es un asunto que siempre preocupa a este diario, de allí la importancia de incluir este debate en la celebración del 80° aniversario. (Daniel Pabón, El Carabobeño, 04.09.13)