En el día de ayer, 21 de octubre, regresando de la Marcha Nacional por la Normativa Laboral, los trabajadores universitarios fuimos objeto de una brutal represión por parte de la Policía Metropolitana, teniendo como saldo nueve compañeros heridos por perdigones, uno de bala, además de varios golpeados.¡No puede haber ninguna justificación para tal represión! Bastante paciencia ha habido para que aún tras meses y meses soportando promesas falsas, burlas y negativas constantes, esperando el cumplimiento de nuestro contrato colectivo de trabajo y el pago de nuestro dinero, cosa que nunca llega, los trabajadores universitarios todavía no hayamos tomado alguna medida de fuerza contundente. Bastante pacíficos hemos sido cuando los contingentes de la PM nos impiden siquiera el derecho de llegar en movilización hasta el parlamento nacional a reclamar nuestros derechos. Cansados de ver que ninguna de las acciones y movilizaciones de estos meses han podido vencer la intransigencia del Ministerio de Educación Superior y el gobierno nacional, un mínimo intento de varios compañeros de parar el tránsito en la autopista llegando a la universidad, bastó para que la Policía Metropolitana actuara con saña, descargando sus “implementos de trabajo” (escopetas de perdigones, bombas lacrimógenas, cascos, golpes y hasta balas) contra el conjunto de trabajadores que regresábamos a la universidad; incluso arremetieron contra un reportero gráfico, golpeándolo y destruyendo toda evidencia de su accionar represivo (la cámara y las fotos).
No puede haber duda, es un claro amedrentamiento contra los trabajadores y trabajadoras que luchamos por nuestros legítimos derechos, y es señal de lo que está dispuesto a hacer el gobierno con tal de frenar nuestra lucha. ¡No es casual esto ni es un accidente! Sabemos que se enmarca en una política global del gobierno nacional, en alianza con los empresarios y demás sectores patronales, por criminalizar y reprimir las protestas más firmes de la clase obrera. Pocas horas después que nos sucediera eso, en el Zulia la Guardia Nacional reprimía y ponía presos a 50 trabajadores petroleros despedidos que exigen trabajo a PDVSA. Días antes, el dirigente indígena yukpa Sabino Romero, quien lucha por el respeto a las tierras indígenas frente a las transnacionales mineras y ganaderos que cuentan con el aval del gobierno, fue herido en una refriega fomentada por terratenientes y el ejército lo secuestró en un hospital (“para atenderlo”), para luego entregárselo ¡al CICPC!, sin ningún tipo de procedimiento judicial. Hace meses que vienen dándose más comúnmente estos casos, por ejemplo en las empresas básicas de Guayana, o en la Mitsubishi de Barcelona, donde como es sabido la policía a cargo de Tarek William asesinó a dos trabajadores de los que ocupaban la fábrica luchando contra 136 despidos.
Por eso compañeros, hay que estar muy firmes y pararle la mano a este tipo de políticas, encabezadas por el flamante ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami, pero que son obviamente parte de una política de gobierno. Aunque no podemos perder de vista que también las autoridades universitarias tienen en desarrollo un “plan de seguridad” que precisamente, en pleno acuerdo con ese ministerio, se trata de la ¡ubicación permanente de la PM en todas las puertas de la universidad!
Es así que no podemos dejar pasar esta agresión policial sin el más contundente rechazo, pues si el gobierno (su ministro de Educación Superior y la propia Asamblea Nacional) continúa con la misma intransigencia, y además le sumamos la respuesta represiva a la justa rabia de los trabajadores, ¿qué escenario nos espera en la lucha por hacer realidad nuestros derechos?
Proponemos compañeros para hoy 22 un paro total de actividades y la realización de una gran asamblea general conjunta de trabajadores universitarios, tanto empleados como obreros, incluyendo los del Comedor, para discutir cómo mostrar nuestra solidaridad con los compañeros agredidos y nuestro rechazo a la represión policial. Así mismo, debemos discutir cómo se puede continuar nuestra lucha por el cumplimiento íntegro de la Normativa Laboral.
Debemos garantizar la más amplia unidad de los trabajadores y trabajadoras alrededor de esta cuestión democrática elemental, como lo es el derecho a la protesta. Las directivas del SUTRA, el SINATRA y el SOCE, así como los compañeros delegados, deben ponerse al frente de esta convocatoria para unificar las fuerzas de la clase trabajadora.
Correo Obrero
Obreros de la Liga de Trabajadores por el Socialismo e independientes
