El último joven asesinado, que se sepa, fue el prospecto de las grandes ligas el fin de semana en El Junquito, cuyo destino se sumó a las cifras de muertes violentas de las cuales son objeto permanente los muchachos de 12 a 17 años, según el Informe anual de Cecodap “Somos Noticia” 2010, presentado ayer.
El número en frío es 576 cuerpos de jóvenes que pasaron por la morgue el año pasado. Varias familias sin su hermano, novio, hijo. En total 3.708 niñas, niños y adolescentes víctimas de la violencia en todas sus categorías, donde también llama la atención la inseguridad escolar.
El homicidio es la forma más común de violencia social contra los NNA, recoge el registro hemerográfico de la ONG, al contarse 694 muertes violentas dentro de un espectro de 1.922 casos en los que estuvo en juego la integridad física, psicológica y económica, tanto de adolescentes como de niñas y niños.
El otro dígito, es el aumento de 60% en el uso de armas de fuego al ocasionar lesiones, secuestros, desapariciones, y las muertes, durante 2010.
En el estudio los adolescentes del sexo masculino siguen siendo los más vulnerables, a quienes más asesinan en las regiones de mayor población urbana como lo son Miranda, Carabobo y Zulia.
Las policías también se han convertido en una amenaza para el género masculino juvenil tras notar, de acuerdo con Cecodap, que de los 51 NNA muertos en enfrentamientos, uso excesivo de la fuerza, ajusticiamientos, heridos en enfrentamiento policial, heridos en línea de fuego, hubo en 2010 al menos 15 niñas, niños y adolescentes que resultaron lesionados cuando los cuerpos de seguridad “debían defenderlos”.
Nadie está seguro en las escuelas
“La violencia escolar sigue naturalizada, banalizada y por lo tanto invisibilizada. Hay presencia de armas, explosivos y bombas lacrimógenas –según la observación en prensa– dentro de las instituciones educativas, lo cual incide en el aumento de las situaciones de violencia e incrementa considerablemente la cantidad de niños, niñas y adolescentes afectados”, confirma Cecodap.
Lo que es peor, “ya no es un lugar seguro para niñas, niños y adolescentes”. El año pasado murieron 6 estudiantes a consecuencia de la violencia escolar: 2 asesinados por rivalidades escolares, 1 asesinado por disparo accidental, uno falleció al ser golpeado con una botella con agua congelada en la EBN Las Américas (San Félix); 1 niño de 3 años murió mientras estaba en la guardería y una adolescente fue arrollada durante una protesta estudiantil.
Respecto a este hallazgo, Oscar Misle y Fernando Pereira, directivos de esta organización con más de 27 años de actividad en el país, han insistido y mostrado su preocupación por la violencia que se está experimentando en los colegios y liceos, no sólo en los públicos sino también en los privados, hacia donde han llevado sus talleres de convivencia y de buenos tratos para fomentar la paz, el respeto y la tolerancia en las distintas comunidades educativas.
Niñas en riesgo
Por otro lado, así como los varones adolescentes son quienes están en la diana de los homicidios, las jóvenes y niñas aparecen en las estadísticas como las más afectadas por la violencia sexual. “De los 333 casos, 244 corresponden a violaciones, y de esta cifra, 192 tienen que ver con el sexo femenino, y 49 casos con el género masculino”.
Las proporciones de violencia sexual son de 81% niñas y jóvenes, y 18% niños y adolescentes varones. El asunto es que el móvil del muchacho de 17 años que fue muerto en El Junquito el sábado pasado.
Se presume que es de origen pasional, y que estaría implicado un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, cuyos rastros fueron prácticamente desaparecidos.De allí la necesidad manifiesta por Cecodap de que la violencia contra los NNA forme parte explícita de la agenda pública. (Marianella Durán, [email protected], http://www.talcualdigital.com/Blogs/Viewer.aspx?id=52763&b=109)