En el Circuito Judicial Penal, extensión Acarigua, falleció Pablo José Vargas, de 49 años edad, mientras acudía a una audiencia. Según su hermano murió «reventado a golpes»
En el Circuito Judicial Penal, extensión Acarigua, falleció Pablo José Vargas, de 49 años edad, mientras acudía a una audiencia, tras ser aprehendido con varios envoltorios presuntamente de droga el pasado jueves, por efectivos de la Guardia Nacional destacados en el punto de control de Ospino.
Los funcionarios que custodiaban al ciudadano suben y notifican al juez y al fiscal que Vargas Lucena se había desmayado, por lo que lo trasladaron a un lugar, para darle la debida atención.
Alejandro Lucena, hermano del hoy occiso, aseguró que éste «murió a consecuencia de los golpes que le propinaron los guardias, que lo detuvieron en Ospino». Dice el hermano: «para nosotros Pablo José murió `reventado’ por dentro de los golpes que le dieron los guardias».
Se fugaron dos internos del Centro Penitenciario Metropolitano Yare III, Never Garavito Madera, de 25 años de edad, y Wilsen Bello Díaz (24).
Es importante destacar que este establecimiento, que ha sido modelo para el Gobierno nacional, tiene capacidad para internar a 468 presos y en la actualidad sólo existen 150 internos por diferentes delitos.
El Internado Judicial de Los Teques, resultó herido de bala el interno Alejandro Cols Gómez, de 27 años de edad, quien recibió una herida por arma de fuego en el muslo izquierdo. Fue trasladado al Hospital Victorino Santaella Ruíz, en donde los galenos de turno le prestaron la atención de primeros auxilios.
Tres internos intentaron fugarse en la noche de este viernes del Internado Judicial José Antonio Anzoátegui, Puente Ayala, Barcelona.
Tras sentirse acorralados, los reclusos trataron de esconderse, pero fueron obligados a regresar al establecimiento penitenciario.
Los internos quedaron identificados como Jean Carlos Camino (24 años), Luís Carvajal (27) y Luis Rodríguez (32), procesados por ocultamiento de arma de fuego, secuestro y hurto respectivamente.
Lurigancho: Fui invitado por la organización del Proyecto Mundial de Justicia, a la ciudad de Lima, Perú, a participar en unos paneles con otros latinoamericanos y del Caribe, me tocó exponer la situación Latinoamericana, y antes, pude visitar el Penal de Lurigancho, este penal fue construido para albergar a 2.000 personas; sin embargo, en la actualidad se encuentran más de 11.000 internos, el problema más grande que me encontré fue que ahí mueren más personas por tuberculosis y SIDA, que por violencia. El problema de la tuberculosis en el penal de Lurigancho es que el hacinamiento hace posible que se generen reservorios de TBC, que van diseminándose y que traspasan los muros, convirtiendo esta enfermedad en un problema de salud pública. Me contaron las autoridades que para el 2008 registraron en esta cárcel aproximadamente 900 mil visitas, lo que da una idea de la dimensión del riesgo de contagio.
Por: Humberto Prado
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