Salir de las tierras donde se formó una vida, los sueños y el porvenir no es fácil, menos aun cuando no se sale por decisión propia, cuando se está obligado a dejar todo atrás y a comenzar de cero. Por estas razones los niveles de tolerancia y aceptación que pueda sentir una persona en su lugar de acogida juegan un papel importante en la adaptación y la reconstrucción de proyectos de vida.

Para el SJR Venezuela, la integración de personas solicitantes de refugio y en situación de refugio a las comunidades de acogida, constituye un punto cardinal en sus diferentes expresiones; ya que sin ésta no se podría considerar que se ha sembrado la semilla de paz, tanto en la esfera colectiva – social, como en la individual – personal.

Nuestro trabajo por la integración de estas personas se aborda desde un enfoque jurídico en lo atinente a su reconocimiento por parte del Estado; a través del cabildeo ante las autoridades nacionales y locales para llamar su atención sobre el tema y de la incidencia en el diseño de políticas públicas focales, dirigidas hacia este segmento. También se aborda desde la perspectiva del empoderamiento de las PSR y PSDR, como sujetos de derechos, en ejercicio de sus capacidades creadoras, a través de las cuales se propende por fortalecer sus potencialidades resilientes innatas, a la vez que se favorece su propia sostenibilidad económica.

La integración, pues, se presenta como un proceso complejo, cuyo alcance amerita la participación y aporte de diferentes actores sociales que interactúan a través de un lenguaje común; vale decir, el lenguaje de la paz, la solidaridad y el respeto entre las partes (solicitantes, refugiados-as, instituciones, ONG´s, etc). Es, precisamente allí, donde el SJR tributa sus buenas prácticas, y experiencias, para apoyar los procesos de integración social de estas personas en las diferentes comunidades de acogida.

El apoyo brindado por el SJR a los diferentes sectores involucrados en los procesos de integración se ve reflejado en la concesión de microcréditos de emprendimiento económico, en talleres de formación a funcionarios militares y policiales en derechos humanos y en el monitoreo constante de las zonas fronterizas para detectar las condiciones humanitarias en las que viven las personas, entre otras actividades.

Desde la perspectiva del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), para la existencia de un contexto que sea propicio para la construcción de paz, se hace indispensable la existencia de mecanismos que faciliten la reconciliación. Tomando en cuenta estos preceptos, la reconciliación constituye el estado futuro hacia el cual se orientan las diferentes acciones que se llevan a cabo en el marco de los proyectos del SJR. Así, la reconciliación entre las partes en conflicto, no es solo un deber ser cuyo logro depende de las voluntades de los agentes beligerantes. La reconciliación, es también un escenario de encuentros que puede construirse en el día a día. En este sentido, el SJR desarrolla una serie de actividades tendientes a introducir valores de paz en zonas donde la tragedia del conflicto armado está presente, tanto en niños/as, como en hombres y mujeres.

Una de las principales actividades desarrolladas por el SJR en la frontera colombo venezolana para la construcción de un entorno de paz y reconciliación ha sido el diseño e implementación de un programa llamado “Escuela de Valores y Ciudadanía para la Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes”, a través del cual se reconoce el rol de las generaciones futuras en la construcción de paz y para contrarrestar el imaginario de beligerancia propio de una zona en conflicto

Adicionalmente, se realizan talleres de expresión plástica dirigidos a niños/as y adolescentes de las comunidades fronterizas, buscando sembrar valores de paz que favorezcan la reconciliación. De la misma manera se realizan talleres de formación en derechos humanos, ciudadanía, resolución pacífica de conflictos y valores para los padres, orientados a la construcción de una cultura de mediación entre las partes, ante situaciones de conflicto.

Para concluir se puede afirmar que la reconciliación deviene, para el SJR, en una fase o etapa necesaria -y posible- para la construcción de paz en situaciones donde la pugnacidad es parte de la cotidianidad. (Valentina Pacheco, SJR)

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