Durante el año, diez meses y cuatro días que tiene de creado el Ministerio del Servicio Penitenciario, con la ministra Iris Varela frente al despacho, han matado a tres altos funcionarios de cárceles venezolanas: dos directores y una directora de Recursos Humanos, así como al esposo de una de las funcionarias, que era distribuidor de alimentos en el penal.
El primer caso reportado fue el de Roxana Molina, de 40 años de edad, la jefa de Recursos Humanos de la cárcel de Mérida. La hirieron el 24 de mayo en el sector Las Cuatro Esquinas de Mérida, después de haber salido del penal, y falleció al día siguiente como consecuencia de los seis tiros que recibió. Las investigaciones determinaron que los dos hombres que le dispararon fueron contratados por «el Ever”, pran de ese centro de reclusión.
La abogada fue interceptada por dos individuos que iban en una moto. Le dispararon cuando iba en su Ford Fiesta negro, año 2008, placas SAZ-51X.
El recluso tiene el poder. “El problema es que hemos determinado que los principales motivos por los cuales corre riesgo un director en una cárcel son básicamente tres: el primero es que quiera ser un director muy estricto, y eso sea rechazado por los presos. La otra es que se involucre con las mafias internas y externas que manejan el tráfico de armas y drogas en los penales y al final se lo cobren. La tercera es que se convierta en un director que maltrate a los reos”, dijo Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones.
Señaló que estos hechos son consecuencia de la anarquía en el sistema penitenciario en el país, en el cual el poder recae en manos de los presos y no del Ministerio del Servicio Penitenciario.
Después de la muerte de la directora del anexo femenino del CPO, mataron a Nelly Isabel Ramón Torres, de 40 años de edad, que era la directora del anexo femenino del Centro Penitenciario de Occidente, en Santa Ana, estado Táchira. Ocurrió el 6 de julio de 2012 en la mañana, en el sector Las Golondrinas, cuando estaba en una camioneta y su esposo iba a montase en el vehículo.
La funcionaria tenía seis meses en el cargo y antes de que la mataran la habían secuestrado en el penal en una oportunidad. Las investigaciones determinaron que la presunta causa del sicariato fue la orden de suspender las visitas a las reclusas, en especial a las mujeres de los pranes de ese centro de reclusión.
La mujer y su esposo fueron sorprendidos por un hombre que disparó en ráfaga contra la camioneta en la que estaban, pero se ensañaron con el hombre. Por este caso fueron investigados cuatro funcionarios de la policía de Táchira.
Más recientemente, en el caso de Antonio José Torres Fernández, director del Centro Penitenciario de Los Llanos, en Portuguesa, todo parece indicar que también se trató de un sicariato, y serán las pesquisas emprendidas por el Cicpc las que determinen si el crimen fue ordenado desde el retén, como se presume, y se determinará el motivo.
“Estas cosas pasan cuando se colocan en estos cargos a personas que no tienen experiencia. Estos cargos son asignados a dedo por la ministra Iris Varela, pero son personas que no entienden el riesgo que corren, que no están atentos a que los presos estudian todos sus movimientos, saben dónde viven, quiénes son sus familiares, para que a la hora de presionarlos saben por dónde hacerlo. La gestión de un director de cárcel debería medirse por la cantidad de hombres que logre reeducar, no sólo porque logre hacer el pase de números”, dijo Prado.
Descartado el robo como móvil
24 horas después que ocurrió el homicidio de Antonio José Torres Fernández, el Cicpc de Portuguesa aún no maneja una hipótesis. Se conoció que se realiza, además de las pesquisas, interrogatorios de los testigos presenciales y trabajadores del Cepello (Centro Penitenciario de Los Llanos Occidentales), y buscan una línea de trabajo concreta para orientar la investigación.
La hipótesis del robo está descartada porque a Torres Fernández no le quitaron el arma de reglamento, joyas u otras pertenencias. Pareciera cobrar fuerza en la investigación que el homicidio de Torres Fernández fue planificado en el Cepello porque quebrantó intereses de los reclusos. No obstante, el Cicpc en la entidad quieren soportar con pruebas esta hipótesis para profundizar la investigación. Elaboran el retrato hablado del homicida para intensificar su búsqueda.
Fuentes que prefirieron no identificarse informaron que el interrogatorio a trabajadores penitenciarios intenta establecer la línea de trabajo del director asesinado y hasta qué punto esto había generado discordia en un grupo de reos.
Este es el primer caso de asesinato de un director de penales en Portuguesa. Torres Fernández era natural de Guanare y comenzó su carrera de trabajo penitenciario como custodio. Ejercía el cargo de director en el Cepello desde hacía menos de un año.
Otros casos
– En enero de 2009 mataron a Gladis Teresa Rivero, de 47 años de edad, que era la directora del Internado Judicial de Tocuyito en Carabobo.
– En septiembre de 2008 mataron a Ender José Herrera, que era el director del Internado Judicial de Cumaná, en el estado Sucre.
– En abril de 2007 asesinaron a Eleazar José Rivero y a Raúl Armando Cuevas, que ocupaban los cargos de director y subdirector del Centro Penitenciario de Occidente, conocido como la cárcel de Santa Ana, en Táchira. (Thabata Molina/Daniel España, El Nacional, 30.04.13)