Entre el mes de mayo y lo que va de junio Efecto Cocuyo reportó al menos cinco protestas por escasez de comida en Distrito Capital y Aragua. La manifestación más reciente terminó con bombas lacrimógenas y sonoras a pocas cuadras de Miraflores en la avenida Fuerzas Armadas de Caracas.
La propagación de las protestas son un signo “peligroso” de convulsión social alerta el sociólogo y profesor universitario Luis Pedro España. “Lo que está ocurriendo en las últimas horas es que hubo un cambio en las formas de asignación de los alimentos por parte del sector público con los Clap”.
“El Gobierno intenta saltar una distorsión que es el bachaqueo, creando una distorsión más explosiva porque incrementa el nivel de ineficiencia en la distribución. Por eso se generan las protestas que estamos viendo, estamos en camino hacia una situación peligrosa de convulsión social”, señaló.
El experto explicó que cada vez son más frecuentes las situaciones de desorden generalizado y pueden devenir en revueltas permanentes. “El desabastecimiento crónico ha empobrecido la dieta del venezolano. Estamos viendo comportamientos sociales atípicoscomo los comedores de las empresas abarrotados”, apuntó.
A los factores sociales y económicos se suma la ingobernabilidad que se ha generado por la pugna entre el poder legislativo y el judicial. “Lo que el venezolano debe solicitarle al liderazgo político es la búsqueda de soluciones a este problema. ¿Por qué Capriles subió en las encuestas? Porque propuso el referendo revocatorio como una salida y la instrumentó”,dijo.
La psicóloga social Magally Huggins considera que los factores que conducen hacia un estallido social están vigentes. “La gente espera una salida que no termina de concretarse que es el referendo. Los problemas sociales y económicos como la inflación, la escasez y la violencia que han generado el deterioro absoluto de la calidad de vida del venezolano están presentes. ¿Cuál será el detonante?, es lo que no se sabe, pero la creación de los Clap ha generado malestar”, afirmó.
Huggins recordó que la ciudadanía respalda una salida constitucional y democrática, pero “se está abusando de la capacidad de aguante”. “El pueblo se siente arrinconado. Las colas son una agresión a la ciudadanía. Lo peligroso del estallido es que podemos saber cómo empieza, pero no como termina”.
Efecto Cocuyo