Para las mamás que tienen hijos con patologías crónicas —y que además están hospitalizados— conseguir medicamentos y pañales es toda una odisea. Debido a la escasez no solo recorren hasta una docena de farmacias privadas, sino que ahora al momento de realizar las compras de estos insumos les dicen que deben ir acompañados de los pacientes.
Caracas. A las embarazadas les pedían un eco para venderles fórmulas lácteas o pañales, a las mujeres con bebés en brazos las partidas de nacimiento y, ahora, a las madres con niños que sufren alguna patología crónica les están exigiendo llevar al paciente para poder venderles la medicación.
Quienes están pasando por esta medida discriminatoria son algunas madres del J.M. de Los Ríos, las cuales contaron a Crónica.Uno que sufren un calvario tratando de buscar medicamentos o pañales.
Y aunque la crisis por falta de medicinas en el Hospital de Niños la han podido bandear con las donaciones de varias fundaciones e, incluso, por medio de intercambios que hacen entre ellas mismas, contaron que se las ven negras a la hora de comprar los pañales.
Las mamás —que pidieron no ser identificadas— dijeron que ya no les sirve de nada tener el Certificado de Discapacidad que les entrega el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis) a través del Ministerio de Salud, pues en las cadenas de farmacias privadas Famatodo y Locatel, así como en la red de Abastos Bicentenario, ubicados en las cercanías del hospital, parroquia San Bernardino; les piden que al momento de hacer las compras deben ir acompañados de los pacientes, algunos de ellos en estado crítico y convalecientes.
De acuerdo a información suministrada por el diputado Miguel Pizarro —de la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional (AN) y quien le hace seguimiento a la crítica situación de este puesto asistencial tipo IV— 75 % de los pacientes atendidos son del interior del país. Y en muchos casos solo cuentan con la compañía de sus madres, por lo que para ellas resulta incómodo dejarlos para ir en busca de las medicinas.
En ocasiones se turnan y mientras una va de farmacia en farmacia tratando de localizar lo que necesita, otras cuidan a los pacientes.
“Ya no se hacen las separaciones en las colas para discapacitados o personas de la tercera edad, ahora todos debemos hacer la misma fila y no importa si tienes un informe médico que diga que el niño está hospitalizado, debo durar hasta tres horas mientras mi hijo está solo en el hospital”, sentenció una de las afectadas, que tiene un niño de dos años que sufre de hidrocefalia y se encuentra desde septiembre en el centro médico.
Las mamás indicaron que les piden de todo: un catéter, bolsas para sondas, una aguja de punción, materiales para las curas, los antibióticos, entre otros, y que siempre deben estar al pie de la cama por si les solicitan un examen urgente, para darles la comida o para hacerles el aseo.
“Son pacientes que requieren dedicación exclusiva. Entonces no podemos estar mucho tiempo fuera del hospital y además siempre andamos buscando ayuda para conseguir las válvulas que requieren para las operaciones”.
Las representantes expresaron que ya de por sí los servicios donde son atendidos sus niños(as) presentan precarias condiciones. Citaron, por ejemplo, que en Neurocirugía no hay camas suficientes; que en ocasiones están dañados los estetoscopios, los tensiometros; que a veces no hay material para los electroencefalogramas y que por lo general hay problemas con los aires acondicionados de las habitaciones.
Estas denuncias fueron realizadas en el marco de una reunión que sostuvieron con el diputado Pizarro y con miembros de la Cámara Venezolana de Farmacias y Laboratorios, quienes acordaron hablar con sus afiliados de modo que puedan ofrecer una ayuda ante la crisis que desmejora la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familiares.
Crónica Uno