La oficina del Programa Nacional de Sida del Ministerio para la Salud no tiene un cartel que la identifique, pero se le asignó el número 824. Adentro hay afiches en las paredes que anuncian la misión de la dependencia, informa sobre enfermedades de transmisión sexual y cuáles antirretrovirales hay en el país.
No hay información para dar a los usuarios que se acercan ni preservativos para hacer una campaña aunque faltaba cuatro días para que comenzara la jornada especial por la semana del VIH en el país.
“Si quieres una charla pásalo por escrito, pero será para el año que viene. Tómale fotos a los afiches para que tengas información”, espeta una de las funcionarias.
Leoncio Barrios, ex director del Programa Nacional de Sida, explicó que hace ocho años el programa contaba con tres proyectos pilares: distribución de fármacos, prevención y formación de docentes en enfermedades de transmisión sexual en escuelas bolivarianas y prevención en las comunidades.
Hoy, el programa en las escuelas se reduce a dar charlas previa solicitud , las ONG no reciben material y algunas veces obtienen contados preservativo y la entrega de antirretrovirales sigue vigente.
Para el activista de Acción Ciudadana contra el sida, Alberto Nieves, el programa de VIH en el país se limita a ser “una gran farmacia”, pero pese a que ofrece 29 antirretrovirales gratuitos por mandato del Tribunal Supremo de Justicia de 1999 la escasez se repite mes tras mes. Según Stop VIH, todos los meses faltaban como mínimo 4 antirretrovirales, mientras que en marzo y agosto hubo desabastecimiento de 16 de esos medicamentos.
Ángela Delgado fue diagnosticada con VIH en 1995. Ahora es una de los 43.993 usuarios del programa, según la Memoria y Cuenta de Min Salud de 2013. El año pasado duró 45 días sin poder tomar sus medicamentos, lo que hizo que la carga viral en su organismo aumentara y se viera afectado su sistema inmune. Su familia se vio obligada a reunir dinero para comprar uno de los medicamentos en 4.000 bolívares en ese momento.
Actualmente hay dificultades para conseguir Truvada, Kaletra, Zidivudina, Tenofovir, Lamivudina, Viraday, Complera, Duovir y Kivexa.
Para 2015 el presupuesto del Min Salud recibió 38.705.374.557 bolívares y 1,54% (598.752.120 bolívares) de ese dinero se destinó al apartado que cita “atención a pacientes con tuberculosis, asma, VIH/sida, EPOC e infecciones de transmisión sexual”, la misma cantidad de dinero que se otorgó el año pasado.
En 2013, el presupuesto para esas enfermedades fue de 517 millones de bolívares y se pretendía atender a 1.551.052 personas. En 2014 la ambición bajó a la atención de 750.000 pacientes con 598 millones de bolívares.
Sin prevención. Alirio Aguilera, presidente de Amigos de la Vida, denunció que desde 2005 no hay una campaña masiva sobre las incidencia de enfermedades de transmisión sexual, mientras que las ONG solo reciben preservativos algunas veces para trabajar con las comunidades.
El infectólogo del Hospital Vargas, Mario Comegna, explicó que la edad de atención en su consulta ya no es solo adultos a partir de los 30 años, sino que reciben una gran población a partir de los 17 años de edad.
“La gente le perdió miedo al VIH porque saben que la enfermedad se controla y han bajado la guardia en prevención. Hay que evitar que la gente se enferme, que se infecte y sepan vivir en pareja y tener sexo seguro, pero la situación es que cada día más paciente y las salas de espera están colapsadas”, explicó el infectólogo.
Jhonatan Rodríguez, presidente de Stop VIH, denunció que hay escases reactivos para la realización de pruebas de carga viral; para hacer pruebas de resistencia viral y, dificultades para adquirir el kit de bioseguridad.
Lidiar con estigma
Ángela Delgado tiene 54 años de edad y 20 de ellos los ha vivido con VIH. Aunque su esposo jamás le admitió que le había sido infiel, él fue quien le transmitió el virus. Su marido adelgazó sorpresivamente, le dio amibiasis en reiteradas oportunidades y estuvo hospitalizado 10 días. El último descarte fue la prueba de VIH, que salió positivo.
La familia se enteró porque un conocido tuvo acceso a los resultados del examen. Fueron discriminados en Ocumare del Tuy. Finalmente, el 27 de mayo de 1994 el hombre murió. A ella la diagnosticaron en 2005. Delgado fue despedida de una charcutería porque su jefe se enteró de que padecía el virus; desde entonces prefirió dedicarse al comercio para no tener que pasar por otro trato discriminatorio. “Soy activista y hablo sobre mi enfermedad sin problema, pero la realidad es que es un tema tabú para muchas personas.
Una vez me atendieron de última para un examen ginecológico por tener la enfermedad. Simplemente me dejaron esperando sin decirme qué pasaba hasta que pregunté y en otras oportunidades ha sido difícil que me atiendan en la emergencia de algún hospital”, afirmó. Tiene tres hijos de 35, 30 y 23 años de edad. Ninguno nació con el virus.
A partir de hoy Stop VIH pone a la disposición una aplicación para teléfonos inteligentes y tabletas para crear conciencia en materia de educación sexual y prevención del VIH, lo que permitirá una actualización de contenido diaria sobre temas referidos a la epidemia del VIH y Sida y hacer encuestas a la población sobre cómo se cuida y qué conoce sobre el tema para que la ONG pueda hacer estudios.
Cifras
37.827 personas reciben antirretrovirales en el país, según datos publicados en el informe de la ONU para 2014.
29 antirretrovirales están disponibles en Venezuela. En marzo y agosto faltaron hasta 16, actualmente escasean 9
110.000 personas se calcula que vivían en Venezuela con VIH en 2012, según cifras de Min Salud. (Isayen Herrera, El Nacional, 01.12.2014)