Las coordinadoras del Servicio de Apoyo Psicológico a Víctimas de Violencia Sexual han visto con sorpresa como la sala de espera para recibir atención en la sede de Avesa, ubicada en San Bernardino, cada vez más se llena de niñas y niños. A veces parece un servicio pediátrico. Hoy, los menores de edad son el mayor porcentaje de personas atendidas por esta ONG, creada hace 26 años para atender a mujeres violadas sexualmente.
En 2010, la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa) brindó atención psicológica a 400 personas, de las cuales 290 fueron niñas y adolescentes.
El servicio, que desde sus inicios, en 1985, ha atendido a 10.903 personas hoy está en cuenta regresiva. Este 28 de febrero, la ONG deberá cerrar el programa de atención por no poder costearlo. El subsidio oficial anual, que desde hace tres años ha sido de Bs 260 mil, y que es otorgado a través del Ministerio de Salud, fue eliminado sin explicación.
Esta contribución estatal garantizaba la gratuidad del servicio al 40% de las personas atendidas y los bajos costos al resto de los pacientes. «La gente que viene acá no puede pagar una consulta privada, muchos de ellos vienen solo con el dinero del pasaje. Son de Petare, Catia, Valles del Tuy, Vargas», explica Magdymar León, Coordinadora Ejecutiva de Avesa. Ella y el equipo de 15 mujeres que integra la ONG desde diciembre pasado han estado metidas de cabeza en el Ministerio. Solicitaron una audiencia a la Ministra de Salud, Eugenia Sader. La semana pasada pidieron reunirse con la Defensora del Pueblo. Lo que más les sorprende es el silencio, que se ha tornado escandaloso. La ausencia de una respuesta formal.
En el 2010 hubo mucha irregularidad en el otorgamiento de los recursos, que eran entregados en cuatro desembolsos trimestralmente. El 29 de diciembre, voceros de la oficina de planificación y presupuesto del Ministerio de Salud informaron extraoficialmente a Avesa que los recursos, que por Ley de Presupuesto Nacional estaban destinados a la ONG, fueron enviados a la Fundación Barrio Adentro.
«Desde hace cinco meses nos estamos sosteniendo gracias a la buena voluntad de las psicólogas y algunos recursos que hemos estirado», cuenta la también psicóloga clínica.
La suspensión del subsidio nada tiene que ver con la calidad del servicio prestado. «Nuestros informes de actividades y financieros han sido evaluados satisfactoriamente por los equipos técnicos del propio Ministerio, donde reconocen que se han logrado las metas de trabajo y se han rendido cuentas claras». Según León es difícil acceder a financiamiento externo para un programa de este tipo pues la política de cooperación internacional considera que servicios como éste los debe garantizar el Estado.
Informarle a los pacientes sobre el cierre del servicio ha sido duro. Han estado entregando comunicaciones, cerrando casos que se vienen trabajando desde el año pasado. «¿Cómo le explicamos al abuelo que trae a seis nietos y nietas que han sido abusados sexualmente que no los vamos a poder seguir atendiendo?». Diariamente llegan entre 10 y 12 casos a la sede de la ONG.
Una atención especializada como la que presta Avesa no existe en Caracas ni en el país. Es un servicio que el Estado no tiene en sus instituciones de salud y que en un centro privado puede costar Bs 5 mil. La ONG tenía previsto ampliar su servicio de atención, pero ahora no le queda más remedio que cerrarlo, y devolverle a la Fiscalía los pacientes que este mismo ente les remite a diario.
09.02.11 El Universal