Médicos pediatras del Hospital Central de San Cristóbal denunciaron la situación de hacinamiento en la Unidad de Recién Nacidos de esa institución, donde al momento se encuentran 36 neonatos en un espacio en el que solo caben 15, debido a lo que calificaron como la irresponsabilidad en el servicio de Obstetricia, al hacer numerosas cesáreas sin percatarse de esta situación.
El grupo de médicos pediatras, encabezado por los doctores Carlos Moncada, pediatra neurólogo y defensor de los derechos del niño en el Hospital, junto al doctor José Vicente Franco, pediatra infectólogo, y los residentes del postgrado de Pediatría del Hospital Central, estuvieron reunidos este jueves, para denunciar la situación en el área de retén, al asegurar que se han visto en la necesidad de tener “hasta tres niños en una sola cunita de retén porque no hay camas para meter a tantos neonatos”.
Advirtieron que los residentes de Pediatría están bajo la tutoría de los neonatólogos, pero hay demasiados niños. Lo más grave es que tienen recién nacidos pretérmino, hasta con 29 semanas de gestación y menos de un kilogramo de peso, sin los cuidados especiales que ameritan, ni la atención, que debe ser inmediata.
Por su parte, el doctor José Vicente Franco reiteró: “normalmente salimos en la prensa porque hay muertes neonatales. En este momento estamos haciendo la denuncia para evitar que aumenten esas muertes, hoy estamos hablando de 36 recién nacidos vivos, hasta esta hora no se ha muerto ninguno en el retén, pero probablemente, la otra semana vamos a hablar de muertos, y la autoridades deben solventar rápido”.
Revelaron la forma como deben cumplir su función: “aquí tenemos un solo residente durante todo el fin de semana para atender hasta 30 y 40 niños; además tiene que ir a cesárea a recibir a los que nacen y dejar el retén, en ese tiempo puede descompensarse un bebé; no se cuenta con los medicamentos necesarios; hay aparatos que no funcionan; no hay suficientes tomas de oxígeno; no hay equipo para estudio de gasometría; a veces sale el médico, los familiares del bebé no están y se pierden las muestras de laboratorio, y tiempo valioso para el diagnóstico del paciente”, dijo Milagros Gutiérrez, en nombre de los residentes.
Explicó Franco que en las áreas de recién nacidos, parámetros internacionales establecen que deben existir 5 metros cuadrados por cada niño, y en el Hospital Central no hay ni 50 centímetros.
Los antibióticos existentes, en su mayoría son genéricos y está demostrado que no son eficaces para las enfermedades de los niños. Si un niño tiene una sepsis no responde adecuadamente.
Advirtió Carlos Moncada que el postgrado de Pediatría está asumiendo responsabilidades que no le competen, ya que se necesitan más neonatólogos, intensivistas y pediatras, las 24 horas del día, y en ocasiones solo hay turnos en la mañana o la tarde, y luego todo el manejo, que debe hacerlo un especialista, lo hace un residente de postgrado.
Van mil 300 cesáreas en 2012
De los partos que se han atendido en el Hospital Central durante el año 2012, más de 56% son cesáreas, denunciaron los pediatras, con una cifra de mil 300 cesáreas, por encima de los partos naturales, que es lo ideal para la madre y el niño.
También dieron a conocer los pediatras: “en este hospital se están practicando hasta 18 cesáreas en una noche, que no estamos seguros de que estén plenamente justificadas, y todos esos recién nacidos van al retén. Hay hasta dos o tres recién nacidos en una cuna; si un niño tiene un proceso infeccioso, hay una alta probabilidad de transmitírselo al que está junto a él”.
Consideraron que existe una falta de eficacia por parte del servicio de Obstetricia: “no hay la suficiente comunicación para que los recién nacidos que vienen pretérmino tengan garantizada la atención. El área de Obstetricia se ha convertido en ‘sacador’ de muchachos, sin tomar en cuenta las condiciones de retén, eso ha llevado al hacinamiento”.
Denunció Franco que por “una intransigencia de la gente de Obstetricia se atendieron cuatro gemelares el día miércoles 18 de julio, sin tomar en cuenta que no había cupos para recibirlos; es decir que parte de la responsabilidad de las muertes que pudieran suceder es del servicio de Obstetricia, porque se acordó que si una embarazada presentaba una emergencia debía ser referida a una clínica, porque la mejor incubadora es el útero materno, y si una madre tiene criterio de emergencia no podía ser atendida en el Hospital”.
Recordó el pediatra que se han hecho reuniones semanales para corregir estas situaciones; sin embargo, se habla de una gran cantidad de mujeres embarazadas que llegan referidas al Hospital, lo cual deja además al descubierto la ausencia de buenos servicios de obstetricia en los hospitales distritales, donde deberían ser atendidas esas madres, como Rubio, Colón, San Antonio, entre otros.
Tras las muertes de neonatos presentadas en los últimos meses, se había acordado la ampliación del área de recién nacidos, no obstante, esas labores aún no se han terminado para la atención.
Explicó el doctor José Vicente Franco que el espacio nuevo requiere un montaje especial para adecuarlo a la necesidad de los niños, como tomas de oxígenos, logística y equipos que llevan tiempo para ser instalados. “El problema no es el ambiente, sino la forma tan intransigente como se están haciendo cesáreas en este hospital”.
“Se está pensando más en la salud materna, que en la salud del niño. Le están diciendo a la mamá: ‘señora, yo le salvo la vida a usted pero se le muere su bebé’; eso es inconsciente, en el caso de los gemelos que nacieron ayer, con apenas 29 semanas y menos de un kilogramo de peso, están en riesgo, igual practicaron la cesárea”, afirmaron.
Las denuncias ya fueron presentadas ante la directiva del Hospital Central, y el cuerpo de residentes emitirá un comunicado en las próximas horas, además de emprender algunas acciones para llamar la atención sobre la forma como deben trabajar y el peligro que corren los niños. (La Nación, 20.07.12)