La investigación se fundamentó en la aún vigente Ley Orgánica de Ordenación del Territorio de 1983, la cual fue modificada y aprobada por la Asamblea Nacional en primera discusión en octubre de 2008 y su nombre cambió a: Ley Orgánica de Ordenación y Gestión del Territorio que busca establecer un desarrollo sustentable, endógeno, participativo y soberano en la nueva Geometría del Poder, que propone el fortalecimiento del Poder Comunal.

El Ministerio del Poder Popular de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI) a través del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) financió la investigación: Río Aro, diagnóstico de la Cuenca, que emprendió el equipo de científicos del Instituto Ciencias de la Tierra y el Instituto de Zoología y Ecología Tropical, pertenecientes a la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cuyos resultados se clasifican en: económicos, ambientales y científicos.

En lo económico se encontraron oportunidades de desarrollo de agricultura intensiva en las cercanías del curso del río Aro, el cual puede ser fuente de agua a través del año, a excepción del período de sequía, cuando la escasez puede ser corregida con la construcción de embalses y con la explotación de aguas subterráneas.

Se detectó un potencial minero importante, más allá de la explotación del oro y diamantes de aluvión que ha sido tradicional a lo largo de la parte baja del río Aro y de los yacimientos de hierro del cerro Bolívar, ya explotado, además del cerro El Trueno, ya parcialmente evaluado.

Los científicos definieron el área como promisoria para yacimientos de hierro, manganeso, elementos de las Tierras Raras, tántalo, rocas ornamentales, arenas silíceas y agua mineral. Estas características y localidades específicas serían útiles en la exploración de estos posibles yacimientos.

Proyecto con implicaciones para el desarrollo del país

Asimismo, se observó un potencial económico importante en la obtención de varias especies de peces ornamentales que podrían desarrollar una industria de carácter sustentable.

Acerca de la parte baja del río Aro, los investigadores sugieren proteger esta zona para la producción pesquera, cercana a su desembocadura en el río Orinoco, ya que sirve de criadero para varias especies de importancia económica en la cuenca del río Orinoco.

Respecto a la calidad de las aguas, la investigación arrojó que, tanto las superficiales como las subterráneas de la cuenca, son óptimas para el uso humano y demás usos comunes, a excepción de pequeñas áreas donde advirtieron mineralizaciones o contaminación.

Jean Pasquali, investigador responsable del proyecto, junto con el equipo de investigadores Aníbal Castillo, Ramón Sifontes, Carlos Yanes y Francisco Provenzano, refirió que vislumbraron diversas oportunidades turísticas en la cuenca del río Aro.

“Las oportunidades turísticas son muy amplias: parte del curso del río Aro, de fuerte corriente puede servir para turismo de aventura, mientras que otros trayectos o sectores, de navegación más tranquila, serían útiles para la observación de flora y fauna”, además de los hatos y haciendas como atractivos espacios para apreciar la vida del campo de la región.

El elemento fundamental en el potencial turístico observado es el humano. La gente de las cuatro principales poblaciones de la cuenca: Ciudad Piar, La Esmeralda, Moitaco y La Esperanza es respetuosa, atenta, amigable, “lo que pudiese ser clave para el desarrollo de este tipo de industria productiva y sustentable”, afirmó Pasquali.

Además observaron una oportunidad económica de explotar de forma sustentable una especie de bambú, planta de la familia de las Poaceae (subfamilia Bambusoidae; tribu: bambuseae), que crece abundantemente en los bosques de esa zona, para la confección de telas, pisos de alta calidad y objetos de artesanía.

A partir del diagnóstico de la cuenca del río Aro, la investigación provee las bases para regular el aprovechamiento de los recursos y su conservación como patrimonio social, tal como se asienta en la Ley Orgánica para la Ordenación y Gestión del Territorio.

Destacó Pasquali que la aplicación de este proyecto financiado por el Fonacit tendría implicaciones para el desarrollo del país, “en la cuenca del río Aro los resultados pueden servir para generar un reglamento y el desarrollo conveniente y sustentable del área y para crear riqueza y bienestar”. Aplicado a todo el territorio nacional, serviría, además, para una distribución más equitativa de la población.

Fuente: http://www.aporrea.org/tecno/n150171.html

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