Aumento del producto interno bruto y generación de empleo. Especialistas e industriales coinciden en que éstos serán algunos de los efectos, desde el punto de vista macroeconómico, que tendrá la puesta en práctica de la Gran Misión Vivienda Venezuela, que lanzará formalmente el Gobierno Nacional el 12 de abril próximo, según informó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Por otra parte, una consecuencia adicional se relaciona con los hábitos de consumo. El economista Alejandro Gómez refirió que la reducción en los costos de las unidades habitacionales que se derivará del aumento de la oferta se traducirá también en un incentivo al ahorro familiar, pues las personas verán que la posibilidad de adquirir una vivienda es real.
Se estima que el incremento de la producción como parte del plan (dos millones de vivienda deben construirse de aquí al año 2017 y 150.000 sólo este año) y la rectoría que ejercerá el Estado sobre el sector lograrán reducir los precios actuales de las unidades habitacionales.
“La gente verá que vale la pena ahorrar; por eso, mermará el consumismo, porque las personas percibirán que adquirir un apartamento será más accesible. Habrá una inversión masiva de los particulares en viviendas”, estimó Gómez.
Los precios de las viviendas han escalado en Venezuela a precios prohibitivos para las grandes mayorías, debido a la especulación del sector privado de la construcción.
Ante esto, el Estado se propone llevar los costos a precios reales, con medidas como la intervención de terrenos, el control de los materiales y el impulso a la industrialización de la construcción, tal como ha señalado el ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, Francisco Sesto, quien forma parte del Órgano Superior del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat.
“En el sector privado pueden pedir hasta un millón de bolívares por una vivienda clase media. Ese no es el precio real (…) Una vivienda sencilla, para que una familia viva dignamente, no tendría por qué costar más de 50.000 dólares. Nos movemos entre 25.000 y 50.000 dólares”, puntualizó el 14 de febrero a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Gómez ratificó que la usura en el mercado inmobiliario se ha situado en niveles exagerados. A su juicio, se trata de una burbuja creada por la escasa oferta y amplia demanda, aunado a que los vendedores han fijado los precios tomando como referencia un tipo de cambio paralelo, que, además, tampoco tiene justificación.
Consideró que la Gran Misión Vivienda Venezuela reducirá los precios al potenciar la producción, y sincerará el mercado hipotecario. “Por ende, mermará la usura”, indicó.
“La construcción de viviendas permitiría responder a las necesidades reales, al margen de las presiones especulativas del mercado presentes en los últimos años”, añadió.
Déficit heredado
Gómez indicó que el déficit habitacional actual, situado en dos millones de unidades, obedece a “las pésimas políticas de una cuarta república clientelar, que fomentó pobreza, éxodo campesino, inmigración ilegal y familias monoparentales”.
“La importante inversión del Gobierno actual en la construcción generará viviendas dignas y crecimiento de la economía, es decir, el bienestar del pueblo”, sostuvo.
El economista estimó que la meta de construcción planteada para este año es posible, con una buena gerencia, con garantía de recursos y autonomía para tomar decisiones.
Además, el especialista en Administración y Políticas Públicas resaltó que la generación de empleos que se derivará de la Gran Misión no sólo abarcará el sector de la construcción en sí, sino industrias relacionadas, como la producción de tuberías, pintura, madera, etc.
Recordó que la construcción tiene un peso de 30% en el PIB, por lo que si se potencia esta área, el crecimiento de la economía se verá multiplicado. (Agencia Venezolana de Noticias, 06.04.11)