Con el argumento del abandono de las tierras, habitantes de la Urbanización Guayana (Barrio Guayana), en la parroquia Unare del estado Bolívar se instalaron la mañana de este martes 25 de enero en un lote de terrenos ubicados en la calle La Bota de este sector, como informó el periódico Correo del Caroní.
Se trata de cinco hectáreas que las asociaciones civiles Villa Guayana y Villa Vencedores compraron a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) para construir un complejo habitacional.
“Nosotros empezamos como ellos (en 1998), tomamos los terrenos, se nos hizo un llamado a que nos organizáramos y lo hicimos. Hasta hace poco entre el 2002 y 2004 empezamos a hacer los trámites con la CVG para empezar a pagar. En el 2006 se logró la totalidad del pago, por parte de Villa Vencedores, y en octubre del 2010 fue que la CVG nos entregó a nosotros la titularidad de los terrenos. Estamos en la espera del documento de propiedad de la otra asociación”, indicó Jhanssi Dorante, presidenta de la Asociación Civil Villa Vencedores.
El proyecto comprende seis edificios y 27 viviendas para beneficiar a 172 familias. Dorante informó que se han hecho los estudios de suelo y cuentan con la zonificación de la Alcaldía; sólo deben tramitar los permisos para la construcción.
Explicó que ha sido un largo proceso debido a los inconvenientes que han presentado. “Siempre éramos afectados por los cambios de gerencia (de la CVG) porque las documentaciones se perdían y teníamos que empezar nuevamente, por eso fue el retraso”. Mauro Fuentes, vicepresidente Asociación Civil Villa Guayana, explicó que la situación de la organización es la misma que la de Villa Vencedores.
Durante la mañana de ayer miembros de las asociaciones acudieron al lugar por el temor de una posible invasión.
Manifestaron su rechazo a las ocupaciones ilegales, pues dicen que a ellos también les ha costado tener una vivienda propia. “Lo que ruego todos los días del mundo es tener mi casa, todos los días. Vivo en la casa de mi mamá con mi esposa y mis tres hijas, ahí también viven mis hermanos. Anhelo tener mi hogar, tener una buena privacidad, nada como estar en tu casa y tener tu libertad es demasiado incómodo vivir con tu familia”, expresó José Gregorio Pereira, asociado.
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Los tomistas manifestaron que las tierras han estado en el abandono durante 20 años. “Aquí entramos todos”, expresó una de las vecinas, quien replicó que los terrenos son suficientemente amplios para dar oportunidad a que otras familias puedan construir sus viviendas.
“El mismo presidente dijo que hay tantos terrenos que están vacíos y mucha gente está viviendo recostada de sus familiares y pagando un alquiler. Por ejemplo, nosotros tenemos casi 20 años alquilando y entonces cada día los alquileres van subiendo más y no hay mucho empleo. No es que queremos quitarle los terrenos a la asociación, sino es que estamos necesitados igual que ellos”, dijo Solmelis Colmenares.
“Vivo arrimada con mi hermana. Aquí hay gente que está reclamando el terreno supuestamente porque ellos ya lo tienen pagado, lo han comprado y eso, pero ellos dicen que es un sector. Aquí hay bastante terreno, podemos construir muchas más casas no nada más una edificación para ellos”, expresó Marianela Pagola, habitante de la zona.
Pagola, quien perteneció a la selección nacional de judo y forma parte de la selección del estado Bolívar, señaló que fue víctima de una invasión y ahora está necesitando una vivienda.
“A mí me dieron un certificado donde consta que tengo un apartamento en el Marañón en Ciudad Bolívar y me dieron las llaves, incluso, para que fuera a habitar mi apartamento. Somos tres atletas que estamos aquí que nos sucedió lo mismo. Nosotros fuimos al apartamento en Ciudad Bolívar y eso ya estaba invadido, la gente salió con pistolas y palos y no nos dejaron entrar”.
Explicó que la Gobernación prometió que les adjudicarían otras viviendas en Residencias San Miguel, en la capital bolivarense, pero de ahí no han obtenido respuestas.
“Nos las ganamos (la casa) compitiendo, fuimos 42 que nos las ganamos pero estuvimos 15 luchando desde los últimos diez años para acá. Fuimos a Inviobras, hemos ido y hemos cumplido varios requisitos pero todavía no nos dan una respuesta, nos dijeron que en julio del año pasado y ve la fecha en la que estamos. Como no me dan mi casa, nos toca invadir, pedir un terreno porque de verdad lo necesitamos”.
Sin embargo, no todos los miembros de la comunidad apoyan la toma de las tierras. Luis Rodríguez, vocero del consejo comunal Mirando hacia el futuro señaló que de los cinco consejos comunales de la zona, cuatro de ellos no están de acuerdo con estas acciones. “Ya existe una gente que tiene la titularidad de las tierras, lo que se puede hacer es darle una ayuda a estas personas, que se organicen. Nosotros tenemos que apoyar al que tiene la razón”. (Andreína Carrasco, Correo del Caroní, 26.01.11)
