En las comunidades de Santa Inés, María Isabel de Chávez, Mirabel I y Mirabel II en el Eje Vial, Valera – Trujillo, la emanación de fétidos olores se ha convertido, lamentablemente, en una situación cotidiana para las humildes familias y para los comerciantes y dueños de expendios de comida y loncherías, quienes ven día a día afectados sus ingresos, puesto que nadie quiere detenerse a comer en el lugar.
Obligación del estado
De los Derechos Ambientales. Artículo 127. … Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Desde un tiempo para acá este negocio se ha visto afectado considerablemente por los olores putrefactos que emanan de la planta de tratamiento del Eje Vial, ya los usuarios y usuarias de esta principal arteria vial, que diariamente llegaban a este negocio a desayunar o cenar, evitan en lo posible detenerse, nos da tristeza ver como en ocasiones no se vende en toda la comunidad, pues a las personas le produce asco venir a comer y al mismo tiempo tener que soportar ese desagradable olor a cloaca; aunque las autoridades competentes hagan creer que esto que vivimos a diario es mentira, nosotros somos la prueba fehaciente de que es verdad, esto no se aguanta, sobre todo en horas de la mañana y cuando comienza a calentar el sol.
Este testimonio corresponde una Yusleiny Araujo, trabajadora del local de comida ubicado a extensos metros de la planta de tratamiento del eje vial, pero que a pesar de las distancias, los usuarios, usuarias, clientes y consumidores de este local se ven afectados por la hediondez a cloaca que emanan de la referida planta.
Caen las ventas
Los comerciantes, dueños de restaurantes, fuentes de sodas y loncherías del eje vial, aseguran que desde un tiempo para acá han bajando las ventas de comidas y bebidas, debido a la hedentina que se expande desde la planta de tratamiento. Ya nadie se para a desayunar en este lugar, puesto que el olor se penetra en los rincones de estos locales comerciales y produce repugnancia a los consumidores. Si antes vendían toda la comida, ahora se le abolla y están desesperados por esta grave situación. No solamente ven afectadas sus ganancias, sino que además temen por la salud de los trabajadores y clientes.
Tras la verdad
A raíz de la rueda de prensa y declaraciones emitidas por el director del Ministerio del Ambiente en Trujillo, ingeniero Exhar Balza, la directora de Hidroandes, Emilia Delgado, ingeniero Lenín Arrieta de la hidráulica, y el director del Sistema Hidráulico Trujillano, Pedro Terán, donde explicaron que los olores que emana la planta son normales y que las personas que han salido a denunciar son «guarimberos»; el equipo reporteril de este medio infamativo, en aras de conocer la realidad de los hechos, y conocer la verdad haciendo uso de las atribuciones de la ley, una vez más nos trasladamos al sitio a buscar la verdad de los hechos y los dramáticos testimonios e imágenes de los locales completamente vacíos, hablan por si solos.»
Rechazan versión oficial
Carolina Suárez, propietaria de un local de posada turística ubicada en la zona, detalló que este desagradable olor los viene afectando desde hace ya bastante tiempo, y que respalda cada una de las denuncias de vecinos que han salido a quejarse a través de este medio por los distintos focos con malos olores, aseguró que los vecinos de esta comunidad no tienen porque mentir, toda persona que use esta vía para llegar a su hogares y sitios de trabajo se dará cuenta del olor y la contaminación que se desprende del lugar.
Los dueños y trabajadores de los diferentes locales comerciales y ventas de comida en la zona, rechazan terminantemente los juicios emitidos por el director de ambiente y el resto de equipo, donde los califican como «guarimberos», aseveran que estos olores se apoderan de ambiente en horas de la mañana y en la tarde – noche. Se niegan a vivir acostumbrados a respirar un aire contaminado con olores de materia fecal, comparados una vez más con una gran cloaca.
Las ventas están malas
Yusleiny Araujo, trabajadora, «Desde un tiempo para acá las ventas se han visto afectadas, directa e indirectamente los olores que emanan de la planta de tratamiento no permiten que las personas se detengan a comer es este negocio».
Carolina Suárez, propietaria de local de comida, «A veces nos da hasta pena con los clientes que comienzan a mirar el local, buscando a ver si hay algo piche, por los olores que hay que aguantar a raíz de la planta, la verdad que ese problema nos está afectando».
Victoria Vergara, «Las personas a veces se limitan en venir a comer a este local, pues el desagradable olor que sale de la planta de tratamiento que está cerca al negocio impide que la gente quiera comer en aquí».
Marlene Osuna, «Siempre empleo esta zona para ir a mi sitio de trabajo, la verdad que no me apetece mucho pararme a comer en estos negocios, el problema ambiental y de salud pública es grave».
(Karina Salas, Diario de Los Andes, 19.10.2010, http://diariodelosandes.com/content/view/134220/105888/)