La intensa humareda en la que está sumida la ciudad es causada por las quemas indiscriminadas en el vertedero de basura de Cambalache, que desde el 2000 debería estar cerrado por haber llegado al colapso total.
Habitantes de la comunidad más cercana que lleva su mismo nombre y Guayana están cansados de pedir al “cielo”, que alguna de las autoridades se apiade de sus pulmones y vías respiratorias y sin embargo la solución no termina en llegar, y aunque expertos como Luis Guzmán y Santos Carrasco han elevado sus voces, pareciera que nada sucede y el problema va de mal en peor.
“El botadero de basura, porque no tiene otro nombre, genera un problema de salud y un impacto ambiental, pero pese a los proyectos y comisiones aún no hay una solución. Hablar de la clausura es imposible sin que se haya construido primero un relleno sanitario con todas las características técnicas para ello, y no políticas teniendo en cuenta la variable social, pero sin que ésta sea determinante a la hora de hacerlo”.
Actuar técnicamente
Comenta Carrasco que a pesar de que la urbe está frente a una situación tan delicada en materia de salud pública la solución es sencilla. “Afortunadamente los procesos de operación y diseño de un relleno sanitario municipal, bien llevado, puede tenerlo cualquiera ciudad que se precie”.
Destaca el tecnólogo y ahora asesor ambiental que “se debe resolver la pronta construcción del nuevo relleno sanitario, que además debe estar a cargo de una compañía especialista con experiencia, y debe responder esencialmente a criterios técnicos y no políticos y no de carácter social, que deben ser tomados en cuenta pero no una parte esencial”.
Relata Carrasco que es durante la recuperación que se generan los enormes incendios que a su vez producen grandes cantidades de humo. “Los incendios son producidos para disminuir el volumen de desecho, no hay suficiente capacidad en la maquinaria adecuada para hacer un manejo del botadero de basura como se prescriben en las normas nacionales e internacionales, entonces se opta por incendiar como método más fácil para reducir los desechos en un 90 por ciento y facilitan esa operación entre comillas de botadero”.
Por su parte Luis Guzmán, especialista ambiental, profesor de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), advierte que el problema de Cambalache “tiene su responsabilidad primaria en el Estado y en realidad que la Alcaldía admita -como lo admitió hace semanas atrás- que no tiene recursos no lo entiendo, porque recursos uno ve abundando por todos lados de parte de la Alcaldía pero para resolver los problemas de su competencia particular ahí si, hay recursos para unas cosas y para otras no”. (CorreodelCaroní; 05.11.2010)