Las fases de recolección del petróleo derramado el pasado 4 de febrero en el río Guarapiche, estado Monagas, se desarrollan con éxito. Alejandro Hitcher, ministro de Ambiente, informó ayer que se recolectó 90 por ciento del crudo en barras de contención y se extraería con los sistemas de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Luego de que estallara una tubería con fisuras en el Complejo Petrolero Jusepín y derramara el petróleo a las aguas dulces de la principal fuente de líquido en Maturín, PDVSA activó un plan de contingencia de tres fases: instalación de 12 puntos de control a lo largo del río, recolección del crudo con materiales absorbentes y saneamiento ambiental.
Orangel López, diputado e integrante de la Comisión de Energía y Petróleo, indicó que ya inició la tercera fase, la cual demorará un tiempo más prolongado por la afectación de las tierras con petróleo en su primer nivel.
Necesidad de despegar el crudo
Nerio Romero, experto de 30 años en la industria petrolera y miembro activo de la Asociación para la Conservación del Lago de Maracaibo (Aclama), alertó sobre la importancia de despegar el crudo adherido a las tierras del río Guarapiche. «El petróleo baja por los ríos con una velocidad aproximada de cinco kilómetros por hora. El problema es lo que queda incrustado en la orilla».
El especialista explicó que el petróleo, al enfriarse, forma una especie de grama que se pega a la arena y no permite que la luz de sol penetre. La energía solar es importante por su función de romper con los químicos e incidir sobre las plantas en la producción de la fotosíntesis, generadora de energía química en forma de carbohidratos.
Los animales se alimentan de dichas plantas. Al no poder obtenerlas, requieren alejarse de las orillas del río y buscar otra fuente de nutrición e hidratación. Muchos no sobreviven. Los elementos microscópicos también mueren.
Con respecto al suministro del agua para la ciudad, Romero, de acuerdo a con experiencia, recomendó efectuar las tomas desde la parte de arriba del río que no están contaminadas, pues las aguas en los caudales siempre corren hacia abajo. (Luzmila Mejía, La Verdad, 14.02.12)
El último Informe Anual de Provea señala que “748 especies de fauna y 341 especies de plantas en peligro fueron identificadas por la Red de Organizaciones Ambientalistas de Venezuela”