Un proyecto de remodelación y embellecimiento de la avenida Bolívar de Maturín, en el estado Monagas, fue paralizado por las autoridades ambientales debido a que está en peligro el llamado túnel vegetal, espacio compuesto por unos 361 árboles de gran fortaleza y de muchos años de vida.
El Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb) mantiene la paralización preventiva de dicha obra, por cuanto fue iniciada sin haber solicitado las variables ambientales ante este despacho.
La directora estadal del Minamb, Lucy Marín, destacó que la medida permanecerá hasta tanto la Alcaldía del municipio Maturín garantice, a través de un informe técnico, que la remodelación no afectará al resto de los árboles de la arteria vial.
“Para poder recibir la autorización del despacho ambiental y reiniciar los trabajos, el ente municipal debe presentar un estudio de impacto ambiental que garantice la conservación del resto del bosque urbano que por más de 40 años ha estado en esta avenida, que aún no ha sido tocado por los trabajos de la obra”, destacó.
El túnel vegetal, además de ser uno de los principales atractivos turísticos de este municipio, constituye un importante pulmón natural en el casco central de la capital de Monagas, estado ubicado en el oriente del territorio venezolano.
Con el inicio del proyecto de remodelación de la arteria vial, a mediados del mes de agosto de este año, la empresa contratada Urbamar incurrió en la afectación de algunos de estos árboles.
La mayoría de los afectados fueron caobas, una especie que el Gobierno Bolivariano mantiene actualmente en veda ante su posible extinción, debido al uso y manejo indiscriminado al que ha estado sometida
Por tanto, el Ministerio de Ambiente ordenó inmediatamente la suspensión de los trabajos y emprendió un procedimiento administrativo sancionatorio a la Alcaldía y a la contratista Urbamar.
Este despacho culminó dicho procedimiento este viernes 8 de octubre, dentro del lapso establecido por la normativa legal.
Marín explicó que toda obra que se realice en área urbana debe contar con esta autorización.“Esto permite prever y minimizar los impactos a los recursos naturales, evitándose percances como éste donde se produjo una afectación que causó la caída de siete árboles y la desestabilización de catorce más en el tramo de la principal avenida de Maturín”.
Marín señaló que por este hecho se impuso a la empresa contratista las sanciones reglamentarias, en vista de que en el contrato estipulado entre la Alcaldía de Maturín y la referida constructora se establece que esta última es responsable de los daños y perjuicios ocasionados a terceros.
La sanción consiste en una multa pecuniaria en unidades tributarias contemplada en el artículo 110, numeral 4 de la Ley de Bosques y Gestión Forestal, así como medidas reparatorias y de compensación en concordancia con la infracción cometida. (AVN, 11.10.10)