Este 13.08.2014 la Unidad de Acción Sindical, coalición que agrupa a diversas centrales, corrientes sindicales, gremios y federaciones de trabajadores, ofreció una rueda de prensa en las instalaciones de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, para rechazar la represión ejercida por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana contra trabajadores de la empresa Sidor los pasados días 11.08.2014 y 12.08.2014.
A continuación reproducimos íntegramente el comunicado difundido este miércoles por la Unidad de Acción Sindical:
DECLARACIONES DE LA UNIDAD DE ACCION SINDICAL Y GREMIAL (UASG) SOBRE LA AGRESION CONTRA LOS TRABAJADORES DE SIDOR Y EL AUMENTO DE LA GASOLINA
I.- ESTE GOBIERNO NO ES OBRERISTA SINO MILITARISTA
Primero fue la descalificación de la lucha de los sidoristas, por la renovación de la Convención Colectiva, por boca del capitán Diosdado Cabello, acompañado del General Rangel Gomez y hasta del teniente de milicias, Presidente de la central sindical oficialista; y luego, la brutal represión de las fuerzas militares contra el legítimo derecho a la protesta de los siderúrgicos.
Son varios los compañeros heridos, por armas de fuego, durante las manifestaciones de protesta pacífica emprendidas por los trabajadores, con lo cual queda en evidencia que el remedio que el gobierno tiene para atender la conflictividad laboral, en lugar de la negociación y el dialogo, es la represión policial y militar y la carcel.
Desde la Unidad de Acción Sindical deploramos tan aberrantes actuaciones del Estado patrono a la par de expresar nuestra irrestricta solidaridad con los sidoristas, su sindicato SUTISS y las acciones unitarias emprendidas por el movimiento de los trabajadores guayaneses.
Este gobierno no es, para nada, obrerista, por el contrario sus actuaciones en SIDOR, así como ante las protestas laborales en general, lo que demuestra es el más rancio militarismo, el desprecio por los derechos humanos, la democracia y en particular, por la autonomía, la libertad sindical y los derechos de negociación colectiva y de huelga.
II.- CON LA REPRESION CONTRA LOS SIDERURGICOS, EL GOBIERNO PRETENDE ATEMORIZAR A LOS TRABAJADORES Y AL MOVIMIENTO SINDICAL PARA APLICAR SU PAQUETE DE AJUSTES.
La política económica del gobierno ha resultado un rotundo fracaso. Con los ingresos petroleros más altos de toda su historia, el país está en ruinas. La inflación, la escasez de los alimentos básicos, de las medicinas y de los insumos indispensables para la dotación de los hogares y para el funcionamiento de la industria y el comercio se han hecho crónicos. La inseguridad es cada día peor.
El gobierno ha despilfarrado una fortuna y el aparato productivo nacional es casi una ficción, al punto que los bienes que consumimos son casi todos importados. Luego de 15 años de presunta revolución el país depende más del petróleo, aunque la propia PDVSA ha perdido su capacidad productiva y ha sido convertida en la caja grande y chica del partido de gobierno.
El salario, las prestaciones sociales y en general, los ahorros de los trabajadores y los fondos de seguridad social se pulverizan. El gobierno utiliza la devaluación de nuestros ahorros para financiar su errática política económica y ahora pretende saciar su voracidad con un plan de ajustes que amenaza con seguir empeorando las condiciones de vida y trabajo de los venezolanos.
El Presidente de la República ha anunciado su intención de aumentar el precio de la gasolina e invita a un “debate nacional” sobre el tema. Como es su costumbre el cacareado debate no pasa de sus propias declaraciones en cadena, mientras se reprime a los trabajadores de SIDOR para acallar sus reclamos por el derecho a la negociación colectiva.
Se pretende que los trabajadores y el pueblo respalden tales medidas, como si las precedentes hubiesen servido para tener un país mejor. ¿Cuantas veces se ha devaluado la moneda? ¿Que queda del bolívar fuerte? ¿Qué ha pasado con los boliburgueses que hicieron su agosto con los dólares de CADIVI?
Desde la unidad de acción sindical señalamos que lo que está en crisis es el modelo económico rentista y mono productor, dirigido, ahora, por una casta militar cívica. Que pretender aumentar el precio de la gasolina, sin abordar una discusión objetiva y seria sobre el modo como se dirige y administra PDVSA es como tratar con aspirina una enfermedad terminal. El aumento de la gasolina, tal como ha sido planteado, tendrá un impacto enorme en la inflación, solo serviría para engordar de bolívares al fisco y seguir despilfarrando. Lo mismo decimos de la anunciada venta o privatización de CITGO.
Para los trabajadores lo fundamental es un verdadero cambio de rumbo, la implementación de una política económica cuyo eje sea la creación de puestos de trabajos estables, bien remunerados, con derechos laborales garantizados (libertad sindical, negociación colectiva, huelga) y un sistema de seguridad social eficiente.
Somos partidarios de una redefinición del uso de la renta petrolera que le de participación a los trabajadores en la misma. Una parte de esos fondos debería dedicarse a garantizar y preservar el valor real de los ahorros de los trabajadores y mejorar su calidad de vida.
Exigimos un debate democrático y abierto sobre todo el paquete de medidas, sobre el petróleo y PDVSA. Vamos a recorrer el país, a convocar asambleas en las distintas regiones del país y en los centros de trabajo para informar y discutir con los trabajadores, del sector público y del privado, las acciones que emprenderemos en defensa de sus derechos e intereses.
POR LA UNIDAD DE ACCIÓN SINDICAL Y GREMIAL
CTV, UNETE, CGT, CCURA, FADESS,MOSBASE, APUCV, FAPUV