Cherry Diaz muestra una foto de su hermano asesinado, Jerry Diaz

Llamado a si mismo el gobierno mas amigable con los sindicatos, la administración socialista del presidente Hugo Chávez  incrementó repetidamente el salario mínimo,  pasando el manejo de algunas compañías nacionalizadas a los trabajadores y apoyando la creación de nuevos sindicatos.

Pero los lideres sindicales y grupos de derechos humanos, dicen que los esfuerzos del gobierno poseen un lado oscuro. Unos 75 miembros de sindicatos han sido asesinados a bala en los últimos 2 años, mientras nuevos sindicatos – muchos de ellos pro-Chávez – y sindicatos tradicionales dan la pelea, poniendo a Venezuela dentro de los países mas peligrosos para activistas laborales.

“El estado es responsable de todas estas muertes,” dice Orlando Chirino, un antiguo aliado de Chávez que ayuda a liderar una federación laboral que ha visto el asesinato de muchos de sus miembros en esta ciudad del norte. “Cuando los lideres sindicales de sindicatos paralelos se enteran de la existencia de puestos de trabajo, ellos se sientan allá a esperar— y están todos armados. Todo el mundo lo sabe. Por que el gobierno no envía tropas?

Los lideres sindicales y el respetado grupo de derechos humanos Provea en Caracas dicen que los nuevos grupos sindicales formados se han apoyado en asesinos a sueldo, poniendo en la mira tanto a activistas de bajo nivel como a jefes sindicales.

Pedro Pérez, un activista sindical al que le dispararon en marzo, dice que la raíz de la violencia parte de los nuevos grupos sindicales tratando de marginar a los grupos antiguos como el de él. “Ellos ya han asesinado a varios amigos” dice Pérez, que ahora camina cojo. “Ya no se puedes ser un sindicalista en este país.” La mayoría de las muertes han ocurrido en la industria lucrativa de la construcción. A cambio de trabajos, los trabajadores son forzados a pagar parte de sus salarios a los jefes sindicalistas.

Con grandes ganancias en juego, y un estado que esta haciendo poco para controlar la violencia, el número de asesinatos se ha triplicado, de 12 hace 4 años, a 34 registros en los 12 meses que terminan en mayo, de acuerdo con la unidad de derechos humanos de la iglesia católica. Aunque Colombia, con su largo conflicto, ha registrado históricamente el mayor número de asesinatos de sindicalistas en el mundo, Venezuela parece haber sobrepasado a su vecino en los dos últimos años.

A diferencia de Colombia, donde equipos de fiscales, investigadores y jueces han sido desplegados para resolver los casos, el sistema judicial Venezolano solamente ha llevado a la justicia a un pequeño grupo de asesinos que se pueden contar con la mano, de acuerdo con la rama de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos. Los asesinatos tampoco han atraído mucho la atención en Venezuela o entre grupos sindicales internacionales.

“Hay una gran indiferencia, combinada con una gran impunidad” dice Marino Alvarado, un investigador de Provea, que esta recopilando información sobre las muertes, incluidas tres de este mes.

Las llamadas realizadas a la oficina del fiscal general y al ministerio de trabajo no fueron devueltas. Pero Francisco Torrealba, un diputado del congreso de Venezuela y presidente del subcomité de temas laborales, reconoce el problema y dice que unos oficiales del gobierno se han reunido con federaciones laborales para poner freno a la violencia.

Torrealba dice que los asesinatos florecen desde una cultura de violencia de los sindicatos que tienen nexos desde hace mucho tiempo con los dos partidos políticos tradicionales anti-Chavistas. “ Es sobre violencia intra-sindical y tiene que ver con la culture de hacer las cosas de forma violenta en este pais,” dice Torrealba, disputando las aseveraciones que dicen que la violencia ha aumentado de manera dramática bajo el gobierno de Chávez.

Torrealba que es presidente de una federación pro-gubernamental que representa a los trabajadores de la línea férrea, también dijo que a través del incremento en el salario y la seguridad en el trabajo ofrecida por las compañías del Estado, el gobierno de Chavez se “ha probado a si mismo como un gobierno de los trabajadores”.

Pero Human Rights Watch, que desarrollo un estudio sobre el trabajo en Venezuela, dice que el gobierno interviene en las elecciones de los sindicatos, favorece a sindicatos pro-Chavez en negociaciones y a veces hace al lado sindicatos tradicionales a favor de sindicatos pequeños que apoyan al presidente.

El gobierno, según los lideres sindicalistas de aquí, esta tratando de asegurar que los sindicatos estén de manera sólida con el gobierno, poniendo así prácticamente a todas las instituciones importantes de Venezuela, a excepción de la iglesia Católica, bajo los dominios del estado.

La Confederación de Trabajadores de Venezuela, una organización con decadas de antigüedad, que aglutina a la mayoría de los trabajadores sindicalizados, ya ha sufrido una perdida dramática de influencia, desde que participo en marchas anti-gobierno que llevaron a una breve destitución de Chávez en el 2002.

Según Froilan Barrios, que esta entre los directores de la Confederación de trabajadores y es un academico, los recién llegados incluyen a varias federaciones y 4,000 nuevos sindicatos, mas las 1,300 registrados en el 2001.

En esta ciudad con una población de 1.3 millones, al occidente de Caracas, los lideres de la UNT, una federación que representa 80 sindicatos, dicen que los asesinatos de 8 activistas sindicales en los pasados 5 años es parte de una estrategia diseñada para debilitar su movimiento.

“Nosotros creemos que es un objetivo político debilitar a la UNT y bloquear nuestras proyecciones” dice Emilio Bastidas, un coordinador regional de la federación.

Las matanzas, dice él y otros lideres sindicales, tienen tinte profesional. Uno de los activistas sindicales fue asesinado en su propia casa. Otros tres murieron en un parador en el 2008 cuando dos hombres calmadamente les desocuparon sus armas y huyeron.

Dentro de las victimas mas recientes esta Jerry Diaz de 35 años, al que le dispararon dos veces en abril 25, momentos después de que se monto a su carro cuando estaba en su casa.

Su hermano gemelo, Cherry Diaz, también un activista sindical, lo encontro desangrándose a muerte. El no esta seguro de por que mataron a su hermano, pero contó como un nuevo sindicato ha tratado de meterse en el medio de su sindicato de toda la vida en una compañía de papel.

“Esto se ha vuelto como un hobby en el estado de Aragua” dice Diaz hablando de la violencia. “De lo que estamos muy seguros es de que ellos se están volviendo a golpear a los hombres, a asesinarlos” (Juan Forero, The Washington Post, 15.07.10, http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/07/14/AR2010071405832.html)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *