A propósito del segundo proceso de exhumación e identificación de los restos de las víctimas del Caracazo –en plena realización-, Luis Fondebrider, director del Equipo Argentino de Antropología Forense, quien asesoró las primeras excavaciones hechas en 1990, todavía no se explica algunos acontecimientos relacionados al mantenimiento e identificación de los cuerpos.
En entrevista con El Universal, Fondebrider aclaró que cuando vino con su equipo hace más de diez años, sólo tenían la intención de aportar conocimientos al grupo de especialistas encargado de las exhumaciones, y que, a diferencia de algunas versiones que se comentan, el proceso nunca estuvo en sus manos.
«Aún hoy no entendemos por qué los cuerpos que se exhumaron se depositaron en nichos (en La Peste) y nunca más se analizaron. Los expertos de la Universidad (Central de Venezuela) no dijeron nada ante tal procedimiento, a todos les pareció normal que los restos quedaran allí por tantos años, a pesar de la angustia e incertidumbre de los familiares», expresó Fondebrider.
El especialista forense también advirtió que mientras más tiempo pase desde el momento de las muertes, es más difícil proceso de identificación, ya que el “tejido blando” que contiene huellas dactilares y características físicas reconocibles, se va perdiendo.
Fondebrider calificó de caótica la manera en la que fueron organizados los restos en los nichos de La Peste, debido a que fueron encontrados 125 cuerpos en vez de los 65 que fueron colocados en los años 90.
El experto recomendó a los investigadores la plena participación de los familiares de las víctimas, así como la transparencia en información y explicaciones sobre los procedimientos. Asimismo, apoya la idea de dejar al margen las investigaciones a todos aquellos funcionarios pertenecientes a cuerpos que se hayan visto involucrados en los sucesos del 27 y 28 de febrero.
El Universal. 30.09.09. “No entendemos por qué los restos los pusieron en los nichos”