Si bien es cierto que esta campaña, por lo extemporánea y por su corta duración, ha sido atípica, también lo es el hecho de que los venezolanos han salido a la calle a exigir derechos durante el desarrollo de la misma. Hemos visto cómo, trabajadores, por ejemplo en las empresas básicas de Guayana, empleados y trabajadores universitarios en Caracas, vecinos, por ejemplo los de El Cambur en Carabobo, familias damnificadas en Caracas y a los presos de Vista Hermosa, en Bolívar, efectuar actos de protestas por cuestiones laborales, contra la inseguridad, pedir vivienda digna o contra el sistema judicial y carcelario.
No hemos observado “tregua de campaña electoral”. El venezolano parece estar separando, poco a poco, la defensa de sus derechos y sus reivindicaciones de los avatares políticos y partidistas.
Los venezolanos estamos habituados a los procesos electorales, en los últimos 6 meses hemos tenido dos campañas presidenciales y una regional. En cada contienda observamos una estrategia infalible para capitalizar votos: “la polarización del país”, a través de un discurso confrontacional, que incide en el aumento de la conflictividad socio política. Las descalificaciones, insultos, atropellos, amenazas y desconocimiento del otro son el pan de cada día. Por ello, nunca está demás hacer un llamado a la conciencia, reflexionar y respetar la dignidad humana.
La decisión que se tome el 14A debe estar impregnada de conciencia, solidaridad, respeto y tolerancia, para poder abrir el paso al dialogo, al reconocimiento del otro, búsqueda de puntos de encuentro y a la reconciliación nacional. (Conflictove, 08.04.13)