En el siguiente comunicado, la Asociación Civil Divas de Venezuela le presenta una denuncia a la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, de los hechos acontecidos durante la «Acción Internacional por la Despatologización de la Identidad Trans» llevada a cabo en las inmediaciones del bulevar de Catia, donde funcionarios de la Policía de Caracas, según la Asociación «mostraron una actituda translesbohomofóbica».

Ciudadana:

Profa. Gabriela del Mar Ramírez

Defensora del Pueblo

Atención:

Lic. José Félix Rodríguez (Consultor Jurídico)

Lic. José Ramón Merentes (Asuntos Sexo-Género Diversos)

Lic. María Gabriela Castañeda (Defensora Especial de Niñez)

Su Despacho.-

Ante todo reciban un cordial saludo y nuestro sentimiento de solidaridad en la construcción de la patria buena y plural que todas y todos deseamos.

Nos dirigimos a ustedes para hacer de su conocimiento el hecho ocurrido en el evento denominado “Acción Internacional por la Despatologización de la Identidad Trans” (transexuales, transgéneros, transformistas, travestis) realizado el pasado Sábado 23 en las inmediaciones del bulevar de Catia cerca de la Estación del Metro: Plaza Sucre, parroquia Sucre, Municipio Libertador, Caracas-Venezuela. Dicho evento se realizó en el marco de las acciones internacionales que efectúa la Red Internacional por la Despatologización de la Identidad Trans (de la cual  somos miembra) desde hace algunos años y que Venezuela representada por nuestra organización y algunas otras participa por segunda vez de forma consecutiva según los datos que manejamos. En este sentido denunciamos hechos bochornosos acaecidos durante el desarrollo de esta actividad, tales como:

  1. El abuso de poder y falta de formación, educación y comportamiento ciudadano por parte de funcionarios/as pertenecientes a la Policía de Caracas, conocida como POLICARACAS, específicamente del agente policial identificado con el serial: 72600 “x” RIVAS, el cual mostró desde el principio una actitud translesbohomofóbica al solicitar de forma brusca y altiva el permiso o notificación autorizada desde el Registro Civil Subalterno  de la Parroquia Sucre, el cual no nos negamos a presentárselo, sólo exigimos un lenguaje adecuado y de respeto al hacerlo. Este agente no cedió ante esta sugerencia y su compañero también apellidado “Rivas” decidió intervenir mostrando respeto hacia nosotras y nosotros.
  2. Todo iba transcurriendo con normalidad cuando de repente frente al espacio donde estábamos comenzamos a escuchar gritos de personas, que agrupadas le reclamaban a unos y unas policías. En ese momento subieron a un segundo piso del edificio “XXX” varios policías y comenzaron a sacar de un presunto depósito varias bolsas con mercancía y a lanzarlas hacia abajo, sin importar a quién pudieran golpear. Abajo otros/as policías esperaban para agarrar las bolsas, montarse en las motos y llevárselas quién sabe a donde. Este hecho se prolongó hasta casi hasta caer la tarde, es decir, 6:00pm aproximadamente.Definitivamente como activistas en derechos humanos no sólo para la sexo-género diversidad sino para cualquier persona, nos sentimos en la obligación de  utilizar nuestros medios de difusión (micrófonos, cornetas y cámaras) para denunciar estos hechos violentos por parte de la policía de Caracas que previamente se había acercado a nosotros y nosotras de forma maleducada para preguntar sobre la permisología de la actividad.

    Como hicimos pública las denuncias que nos hacían llegar las personas que allí se encontraban, entre ellas las personas afectadas, a una de las compañeras, Rummie  Quintero, le fue arrebatada por parte de un policía la video-cámara con la que habíamos registrado parte de nuestra actividad y parte los maltratos de la policía. Rummie pudo identificar al policía que inició la sustracción ilegal y abrupta de la cámara, se trataba del mismo agente (72600) y luego alguno de ellos o ellas terminó la acción de arrebato.

Indignados/as por está situación nos avocamos a exigir la devolución de la video-cámara y la mercancía a una menor de edad que se encontraba trabajando con su Padre (comerciante popular) al cual le había dado un infarto al corazón y que ésta se encontraba totalmente indefensa y desesperada por tan sórdida y constante situación. (La menor en cuestión se llama Yenifer y su celular es 0416-5378626). En medio del disturbio apareció el Inspector Domínguez (jefe de zona) el cual comenzó a mediar con los y las comerciantes populares. Rummie se acercó a él para exigir la devolución de la video-cámara y de la mercancía de la menor (Yenifer) al cual éste accedió inmediatamente pidiéndonos calma para resolver el asunto, sin embargo, tardamos casi una hora en recuperar la video-cámara, por supuesto, sin el chip, esto ameritó de nuevo hacer la petición al Inspector Domínguez del mismo… Él se comprometió en hacernos llegar el chip y devolver la mercancía a la joven Yenifer la cual fue acompañada a buscarla por la compañera feminista Daniela Inojosa.

Mientras compañeros y compañeras de la ASGDRe y otros colectivos participantes (“Araña Feminista”, “Fs  y Ms por ahora”, “Partido Comunista de Venezuela”, “Mesa de Sexo-género diversidad del Consejo de Movimientos Sociales del Alba”, “Movimiento de Pobladores” y “Activistas Independientes”) alzaban la voz de protesta e instigación para que los y las comerciantes populares se organizarán y trabajáramos de manera conjunta para que tuvieran una respuesta positiva por parte del Estado y cambiar su situación de desprotección.

El chip (previamente borrado su contenido) fue devuelto al día siguiente por órdenes del Inspector Domínguez a través del agente apellidado Rivas (Número de Celular: 0412-9753142) del mismo cuerpo policial en un punto de encuentro fijado por Rummie Quintero  en compañía de María Gabriela Blanco y Simón Hurtado aproximadamente a las 2:30 pm del día 24 de Octubre en Parque Central a la altura de la Av. Bolívar , Caracas-Venezuela.

Exigimos que al “agente policial 72600” y demás responsables les sea impuesta la sanción acorde a su pobre actuación ante estos acontecimientos y que éstos  dejen de suceder en nuestra ciudad. Si bien, no estamos a favor de la economía informal en el bulevar de Catia, repudiamos los actos violentos que mantiene la policía de Caracas con las personas que allí transitamos y que laboran por falta de una respuesta coherente a sus demandas. Es necesaria la formación de estos funcionarios y funcionarias ya que pareciera que se les olvida que representan a una institución y personalizan las situaciones. La legalidad de la policía ha perdido su legitimidad en la comunidad. Eventos como el del sábado 23 evidencian que el respeto a la policía no existe. La cantidad de improperios que las personas les gritaban y la actitud violenta de los y las policías es algo que debemos evitar.

Entendemos que los y las  policías son producto aún, de un sistema opresor que los y las obliga a trabajar en muchos casos de forma infrahumana, al exigírseles que se mantengan en guardia por más de 48 horas de trabajo continuo, comprar sus propios uniformes, mala remuneración, factores estos que influyen de forma directa en el comportamiento agresivo de estos ciudadanos y ciudadanas que ante todo son venezolanos y venezolanas.

Instamos a la defensoría del pueblo, en aras de construir una pronta solución,  que organicemos unas mesas de trabajo con este cuerpo policial,  con las y los comerciantes populares del bulevar de Catia que aún persisten en la idea de “trabajar allí” a sabiendas que no es lo correcto. Debemos escuchar las demandas y hacer valer lo derechos  de ambos sectores para mejorar la calidad de vida de ambos y así poder garantizar una sociedad más justa y socialista.

Seguras/os  de contar con una pronta respuesta, nos despedimos de ustedes,

Muy atentamente,

A.C. DIVAS DE VENEZUELA,

ALIANZA SEXO-GÉNERO DIVERSA REVOLUCIONARIA


Para mayor información, puede ingresar a la página http://ascdivasdevenezuela.spaces.live.com/

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