El pasado 28 de octubre de 2015 funcionarios del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) institución adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Aguas, reprendieron y expulsaron a una pareja de jóvenes gais por estar abrazados en las instalaciones del Parque del Este «José María Ochoa Pile» ubicado en Barquisimeto estado Lara.
Jorgeni y Alex, la pareja implicada expresaron a los funcionarios que no se retirarían del lugar, porque dicha acción era contraria al derecho a la igualdad y no discriminación contemplado en el artículo 21 de la CRBV. El personal de INPARQUES no presto atención en absoluto a lo planteado por los afectados y le obligaron abandonar el lugar puesto que era un «Acto vergonzoso que dos hombres se abrazaran en un sitio público, y que eso atentaba contra la Moral y Buenas costumbres de nuestro país”.
Cabe señalar, que estas prácticas segregacionistas se repiten también diversos sitios públicos por mencionar entre ellos: el Parque del Este Generalísimo Francisco de Miranda, Parque Los Choros, Parque Nacional El Ávila y Parque del Oeste Ali Primera, donde no solo se expulsa a las personas LGBTI por darse muestras de afecto o ir tomados de las manos, sino que en muchos casos se les somete al escarnio público, trato denigrante, detención arbitraria en complicidad con funcionarios de la Guardia Nacional y la Milicia Bolivariana, robo de sus pertenencias y violencia física.
Consideramos que estas prácticas de estigma y discriminación, profundizan la segregación social de la cual son objeto las personas LGBTI en Venezuela, en base a orientación sexual, identidad y expresión de género, además tienden a restringir el libre desenvolvimiento de la personalidad, la libertad de conciencia, pensamiento y la posibilidad de ejercer la propia sexualidad fuera de los cánones heterosexista.
Apelar a prejuicios sociales y personales relativos a la real o supuesta orientación sexual, identidad y expresión de género de las personas, el equilibrio emocional de los niños y niñas, y la llamada “moral pública” es reprochable y trae consigo enormes desafíos a afrontar para un Estado recién reelecto como miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Así mismo el Estado venezolano que se define como “democrático y social de Derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos”, debe implementar las medidas que sean necesarias para erradicar toda forma de discriminación y la segregación hacia las personas LGBTI en el disfrute de los espacios públicos. (Venezuela Diversa)