Mi hermano Benito Antonio Barrios fue torturado y ajusticiado el 28 de agosto de 1998, en el pueblo de Guanayen ubicado al sur del estado Aragua, sin que hasta la presente fecha  los funcionarios de la policía del estado Aragua hayan sido juzgados y condenados, ni siquiera se ha realizado la audiencia preliminar lo que pone de manifiesto el silencio cómplice de la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz, la Defensora Nacional del Pueblo Gabriela Ramírez y la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia Luisa Estela Morales.

Mis hermanos Narciso Barrios, Luis Alberto Barrios, Juan José Barrios y mis sobrinos Rigoberto Barrios, Wilmer Barrios y Oscar Barrio, también fueron asesinados a pesar de contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana y posteriores medidas provisionales dictadas en cuatro ocasiones por la Corte Interamericana, por lo cual no puede argumentar el presidente Chávez que en Venezuela a los pobres no se les violan sus derechos humanos

Después que los funcionarios policiales asesinaron a mi hermano Benito continuaron amenazando de muerte, hostigando, deteniendo arbitrariamente y asesinando a mis familiares quienes ya suman siete, por esa razón el 24 de Marzo de 2004 acudí a la Comisión Interamericana donde denuncié las distintas violaciones a nuestros derechos humanos con la esperanza que el caso llegará a la Corte Interamericana donde tendría la oportunidad de contarle al mundo entero todos los atropellos cometidos en perjuicio nuestro.

De allí que el presidente de la república en esos siete años que duró el caso en el sistema interamericano tuvo la oportunidad de ordenar que se detuvieran, se juzgaran y se condenaran los autores materiales, así como también se sancionara penalmente a los fiscales del Ministerio Público y jueces, responsables del archivo de todos los expedientes penales, con el fin de evitar que continuaran asesinando a mis familiares, pero el Presidente Chavez hizo caso omiso a las medidas cautelares que solo tenían con fin evitar que otros familiares fueran asesinados.

Si el presidente Chavéz le hubiese preocupado nuestra situación hoy no tendría siete familiares muertos, hoy no habría tantos funcionarios asesinando a personas inocentes con inmunidad para no ser investigados y enjuiciados, hoy no habría tantos fiscales y jueces que se burlan del dolor humano

El 27 de noviembre de 2011, gracias a mi constancia y perseverancia logré que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictara sentencia contra el Estado venezolano, en esa ocasión demostré la legitimación e institucionalización de la impunidad como política del Estado venezolano, lo cual ha conllevado a que las distintas investigaciones penales sean engavetadas con el firme propósito de proteger a los asesinos de mis familiares.

Ahora que Venezuela ingresó al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidad es propicio el momento para que el presidente Chávez cumpla con la sentencia de la Corte Interamericana, de lo contrario quedará al descubierto el supuesto compromiso en proteger y garantizar los derechos humanos de todos los venezolano.

Eloisa Barrios

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