El Dispositivo Bicentenario de Seguridad Ciudadana, conocido como Plan Dibise, es un operativo de seguridad implementado desde hace ya casi tres años por parte del Ejecutivo Nacional, con el objetivo de disminuir los índices delictivos y enfrentar la inseguridad en el territorio nacional. El Dibise está integrado por la Guardia Nacional Bolivariana que, conjuntamente con cuerpos policiales de cada estado, se articula para garantizar la seguridad de la ciudadanía. Más recientemente, también está integrado por integrantes de las milicias.
Sin embargo, y aunque la iniciativa en sí misma es absolutamente positiva pues atiende a una de las necesidades más urgentes y reales de la población venezolana, en su despliegue y desarrollo el dispositivo se ha encontrado con algunos obstáculos que terminan por perjudicar su desempeño y de esta forma impiden alcanzar el logro del objetivo: la seguridad efectiva de todos y todas.
Una de las principales quejas que formulan muchos ciudadanos y muchas ciudadanas es con relación al reducido patrullaje o la ausencia del mismo por parte de los funcionarios y las funcionarias que integran el Dibise, quienes se quedan aislados (y a veces cómodamente instalados) dentro de las carpas que funcionan como centro de operaciones en cada sector, olvidando que para poder resguardar a la comunidad primero deben conocerla, recorrerla, analizar sus características geoterritoriales, identificar la composición social de la misma, sus líderes organizados y las principales expresiones del delito que le afectan. Es harto sabido que la garantía de seguridad comienza por estar en constante presencia en los lugares que son transitados y habitados por las personas. La vigilancia eficaz no se hace desde las carpas; la vigilancia se hace recorriendo permanentemente las calles, con patrullaje visible, continuo, inteligente, sistemático. Si se desconoce esta premisa, el plan Dibise no cumplirá con la función para la cual fue creado.
Otra de las situaciones que habría que atender con urgencia son las denuncias que se han reflejado en la prensa nacional sobre excesos o abusos de autoridad cometidos por funcionarios del Dispositivo Bicentenario de Seguridad. Es importante que se garantice que funcionarios y funcionarias que integren este plan de seguridad estén completamente preparados en materia de Derechos Humanos y que conozcan y apliquen los estándares de uso progresivo y diferenciado de la fuerza y uso de la fuerza potencialmente mortal. Los funcionarios y las funcionarias están al servicio de las comunidades y, si bien deben garantizar y resguardar su seguridad, esto jamás es sinónimo de abusar de esa autoridad para cometer violaciones de derechos humanos contra ciudadanos o ciudadanas.
Finalmente, hacemos un llamado a la ciudadanía para que se constituya en contralora de la actividad desarrollada por el plan Dibise. La comunidad organizada debe fungir de vigilante activa para el correcto desarrollo de las actividades de funcionarios y funcionarias que integran este operativo de seguridad ciudadana.
[email protected] (El Universal, 19.11.12)