El número de protestas evidencia una deuda social que no ha sido satisfecha
Incertidumbre y mal manejo de la economía pueden incidir en aumento de la conflictividad
Cada año las cifras de protestas registradas en Venezuela dan fe de un pueblo que espera y exige mejor calidad de vida, demandando día a día al Estado el cumplimiento de sus obligaciones, rechazando políticas ineficientes o reclamando su ausencia.
Los informes publicados por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) revelan que en los últimos tres años se han registrado 15.231 protestas, cifra inédita en cualquier país de la región. Las más de 4 mil protestas reportadas en 2013 ratifican que los venezolanos se mantienen en la calle exigiendo sus derechos.
Deudas sociales
Más del 70% de las protestas registradas en Venezuela tienen como origen los derechos sociales. Los conflictos laborales ocupan, desde hace unos años, el primer lugar en la problemática social venezolana. En 2013 representaron el 40% de todos los conflictos reportados, seguido por demandas de vivienda, educación, salud y alimentos.
El estado, que es el gran patrón de un inmenso número de trabajadores, mantiene también una inmensa deuda -pasivos laborales, negociación de contratos colectivos, trabajadores tercerizados, etc- con ellos.
El gobierno no da claras señales de sentarse a negociar y lo hace solo cuando la presión del mundo laboral, a través de protestas y huelgas, lo llevan a la mesa, donde muchas veces se llega a acuerdos que al poco tiempo irrespeta, provocando nuevas protestas de los trabajadores.
Aunque el número de protestas por vivienda han ido bajando, destacamos que aún hay damnificados de las lluvias del 2010 viviendo en refugios improvisados que protestan. Si bien es cierto que se han construido viviendas, también lo es el hecho de que éstas no parecen ser en número, las que el gobierno dice. La ONG Provea hizo un documentado informe sobre el tema.
La crisis que en materia social atraviesan los ciudadanos ha sido agudizada por las altas expectativas generadas por anuncios gubernamentales que no se han cumplido y por fallas en el diseño y ejecución de las políticas públicas.
Medidas económicas y conflictos
En cuanto a políticas debemos mencionar el impacto que han tenido las erráticas y a veces contradictorias medidas económicas asumidas por el gobierno en más de una década.
El mal manejo de la economía ha promovido y atizado los conflictos sociales en el país. Como muestra un botón: en 2013 fuimos testigos del progresivo debilitamiento del poder adquisitivo y del desabastecimiento de productos alimenticios, de higiene personal y de medicinas.
También fuimos testigos del aumento de las tensiones en el país, incluso en el último trimestre del año pasado altos funcionarios del gobierno empleaban la expresión estallido social para caracterizar posibles escenarios resultantes de las decisiones tomadas -o que debería tomar el gobierno- en materia económica.
Algunas medidas en muchas ocasiones fueron desesperadas y temerarias, pero sirvieron como válvula de escape a la tensión social del momento, como la tomada días antes de las elecciones del 8 de diciembre, que el gobierno denominó como “fiscalización y precios justos” en los comercios privados, que provocó saqueos y acciones vandálicas en todo el país.
El gobierno de Nicolás Maduro inicia el 2014 con anuncios de políticas o medidas económicas que sin duda alguna impactarán, para bien o para mal, en el desarrollo de la conflictividad social.
No hay claridad en los recientes anuncios, pero podemos adivinar que la devaluación de la moneda y la inflación seguirán su curso, que los controles posiblemente aumenten, que vienen nuevas leyes que nadie conoce, porque serán promulgadas vía habilitante y no son discutidas y mucho menos consultadas con la sociedad. La opacidad en la información sobre el manejo de la gestión pública también sigue su curso. Todo esto crea incertidumbre.
En definitiva el país no sabe nada sobre las acciones que se implementarán en materia económica. De lo que no hay duda es en que un manejo irresponsable, improvisado y temerario de la economía tendrá como resultado el aumento de los conflictos y tensiones en el país.
@MarcoAPonce y @mlhccs